Vox pedirá en las negociaciones sobre los pactos electorales la entrada en gobiernos municipales y autonómicos como parte de las condiciones para apoyar a otros partidos en la formación de los nuevos ayuntamientos y ejecutivos regionales, aunque mantiene solo como «línea roja» sentarse a negociar.

Eso sí, sólo en las comunidades o municipios donde VOX haya obtenido una «proporción adecuada» de votos y donde sea muy alta la exigencia de acabar con los ejecutivos de izquierda.


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Según fuentes del partido verde consultadas, se ciñen a los casos de las comunidades autónomas de Madrid y Murcia, así como en Ayuntamiento de la capital. En todos ellos, Vox está dispuesto a «ir hasta el final» en sus pretensiones.

Las mismas fuentes aseguran que la entrada en el gobierno de Aragón y de la ciudad de Zaragoza no será una línea roja ni es su pretensión inicial.

LA DUDA DEL PAR

En principio, y sin haberse iniciado las negociaciones entre las distintas fuerzas políticas para conformas gobiernos, VOX facilitaría un posible acuerdo del centro derecha con estas intenciones.

Una decisión que también aliviaría la propuesta lanzada en el día de hoy por el candidato de Ciudadanos al Gobierno de Aragón: facilitar un gobierno de centro derecha junto al PP y el PAR sin la entrada de VOX en el Gobierno.


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Eso sí, en esa ecuación todavía cojea la postura del Partido Aragonés (PAR) para poder lograr una suma de centro derecha que posibilite un cambio de Ejecutivo.

El PAR, en palabras de su líder Arturo Aliaga, ha calificado en las últimas horas de “kafkiano” que se plantee al PAR tanto entrar en una coalición junto a VOX. 

E insistió en que tampoco entrarán en la coalición de gobierno con Ciudadanos y el Partido Popular, aunque no esté VOX, porque “no me voy a meter en un gobierno en el que todas las leyes, las políticas y los presupuestos dependan de esos señores”.

SÓLO UN ACUERDO CON LA DERECHA

Así lo ha acordado el Comité Ejecutivo Nacional de Vox, máximo órgano de decisión del partido, en su primera reunión tras los comicios.

Además de la entrada en los gobiernos municipales y autonómicos, Vox ha acordado negociar con todas las formaciones políticas que estén dispuestas a liderar un proyecto que deje fuera a las fuerzas de izquierda.

Para ello, considera como condición indispensable que todo aquel partido que quiera el apoyo de Vox deberá sentarse a negociar con el comité negociador, encabezado por su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, que han precisado que ésta es la «única línea roja» del partido.


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La formación de Santiago Abascal sería más flexible en otros gobiernos, principalmente en los de las capitales de provincia donde no logró una fuerza significativa. En estos casos las negociaciones estarían más abiertas y Vox podría apoyar las investiduras en función de posibles acuerdos programáticos puntuales. Sería el caso de la ciudad de Zaragoza.

Junto a Espinosa de los Monteros, forman parte del equipo negociador la diputada Macarena Olona; el diputado en el Congreso por Zaragoza y vicesecretario Jurídico, Pedro Fernández; el vicesecretario de Presidencia, Enrique Cabanas; y el vicepresidente primero del partido, Víctor González. 

Vox es una de las fuerzas determinantes para la formación de gobiernos en las comunidades de Madrid, Murcia, Castilla y León y Aragón, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y en varias capitales de provincia, como Madrid, León, Santander, Burgos, Cáceres, Badajoz, Madrid, Zaragoza, Alicante y Córdoba.