El restaurante del conocido cantante Bertin Osborne cierra sus puertas en el emblemático tubo zaragozano. El local ubicado en los bajos del edificio Puerta Cinegia parece maldito: antes estuvo la franquicia Volapié, que cerró, y ahora baja la persiana el restaurante de Bertin Osborne.


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Sus más de 200 metros cuadrados de superficie no han sido capaces de llenar la demanda que se preveía con la expectación ciudadana en su estreno. Y en los días posteriores, pero poco más. Algo que sucedió en los locales de Madrid y Valladolid.

Fuentes conocedoras de la situación empresarial del establecimiento afirman que el cantante no atendía «ni lo más mínimo» el negocio en la ciudad de Zaragoza. Es más, el pasado viernes el cantante, que aterrizó en Zaragoza dentro de su intensa gira, ni apareció por el restaurante que protagoniza.


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El alquiler era una de las principales losas en la cuenta de resultados del negocio cada mes. En los bajos de Puerta Cinegia, en pleno tubo de la ciudad, el coste rondaba los 4.500 euros al mes.