«Que hubieran estudiado, en vez de alistarse en un cuerpo militar de matón y ablandaabuelas. Siento el trance de la familia, pero es el mismo trance de la familia de cualquier heroinómano de los 80. Ellos han elegido el camino que querían».

Publicar esta frase en la red social Twitter tras la noticia, en diciembre de 2017, del asesinato de los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero a manos de Norbert Feher, conocido como ‘Igor El Ruso’, cuesta 4.320 euros según la sentencia de la Audiencia Provincial de Teruel.


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De las cuatro personas que se sentaban en el banquillo de los acusados tan solo dos han recibido esta sanción económica. Una sanción que otros tuits publicados no han recibido por entender los tres jueces que no se trataba de un delito de odio ni de injurias contra funcionarios y que no atentaba el honor de estas personas al estar ya fallecidos. 

Por eso entienden los magistrados que frases como “mata a un nazi en Zaragoza y a dos guardias civiles en Teruel… si es que últimamente todos son buenas noticias en Aragón” no merecen castigo alguno ya que posteriormente su autor lo retiró o pidió perdón.


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El abogado Jorge Piedrafita que representa a la Asociación Española de Guardias  Civiles (AEGC) considera esta sanción como insuficiente y estudia remitir un recurso al Tribunal Supremo. «Lo consideramos una mediana satisfacción por la condena parcial al efecto de que los insultos e injurias graves hacia las mujeres y hombres que integran la guardia civil no queden impunes y queden gratis», explica a HOY ARAGÓN.