Agentes de la Guardia Civil que circulaban por la calle Conde de Aranda de Zaragoza y una enfermera que paseaba por la zona le salvaron la vida a un hombre de 63 años que se encontraba tumbado e la calle con graves problemas para respirar.


Publicidad


Según informa el Instituto Armado, la intervención se produjo el martes pasado al advertir los agentes que transitaban por la zona de la situación de emergencia en la que se encontraba el enfermo, con dificultades de respiración y con vómitos.

Tras colocar al paciente en posición lateral de seguridad para evitar su ahogamiento, los guardias procedieron a solicitar la presencia urgente de una momento.

En ese momento, una mujer que pasaba por la calle se identificó como enfermera y ofreció su ayuda a los agentes para asistir al enfermo, quien instantes después entró en parada respiratoria peligrando su vida.

La enfermera, con el apoyo de los agentes, realizó las maniobras RCP (recuperación cardiopulmonar)y consiguió al poco tiempo recuperar las constantes vitales del paciente.

El enfermo fue trasladado posteriormente en una UVI móvil al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde fue dado de alta al día siguiente, tras permanecer 24 horas en observación.