Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han detenido en la comarca de la Hoya de Huesca a un joven de 27 años como presunto responsable de varios delitos de robo, maltrato animal y tenencia ilícita de armas.

Según informa el Instituto Armado, las investigaciones se iniciaron el pasado 4 de diciembre a raíz de la denuncia del robo, en una caravana estacionada en el término municipal de Santa Eulalia de Gállego, de enseres diversos valorados en una cantidad superior a los 1.200 euros.

En esos mismos días fue denunciada, además, la sustracción, en las inmediaciones de la localidad altoaragonesa de Agüero, de un remolque habilitado para el transporte controlado de perros hacia zonas de caza.


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Las pesquisas llevadas a cabo permitieron determinan la existencia de un sospechoso con antecedentes policiales por delitos similares, que tendría un remolque de similares características al sustraído en una parcela no vallada en la Hoya de Huesca.

LA INVESTIGACIÓN

Con los datos obtenidos, los investigadores procedieron, el pasado 6 de diciembre, a inspeccionar la referida parcela y localizaron un remolque con la misma matrícula que la del sustraído, en cuyo interior, además, se encontraba varios de los enseres sustraídos.

En los collares recuperados figuraba un número de teléfono sobre el que se había superpuesto el del principal sospechoso, que mantenía a sus perros en unas condiciones higiénicas «deplorables», encadenados, con una gran cantidad de excrementos en el suelo, sin sistema de drenaje para líquidos y falta de cuidados y de limpieza.

Tras verificar que los collares habían sido sustraídos en una parcela en Tierz (Huesca), los agentes del Seprona se sirvieron de un lector de microchips para identificar a cinco de los perros y comprobar que otros dos carecían de la identificación obligatoria, pero no pudieron identificar al restante debido a su conducta agresiva.

Los investigadores verificaron, además, que uno de los canes localizados en el interior de las instalaciones del sospechoso había sido sustraído hace dos años en una finca en Alagón (Zaragoza).

Los agentes regresaron cinco días después a la referida finca, y, tras comprobar que el sospechoso no había aparecido por dicho lugar, procedieron a proporcionar agua y alimentos a los perros a fin de evitarles un «sufrimiento innecesario».


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Unos días después, el pasado día 17, los investigadores procedieron a realizar un registro, por orden judicial, del domicilio del sospechoso, en cuyo interior varios objetos procedentes de los robos llevados a cabo así como un rifle a nombre de otra persona y sin licencia para portar armas.

Después de prestar declaración ante el juzgado de guardia de la capital altoaragonesa, el sospechoso fue puesto en libertad con cargos por tres delitos de robos con fuerza, uno de hurto en interior de vehículo, otro de maltrato animal y un tercero por tenencia ilícita de armas