La situación de las viviendas okupadas en la ciudad de Zaragoza comienza a ser insostenible. En tan sólo un año, hasta cinco viviendas han sido incendiadas por diversos motivos. Desde la rotura de un aire acondicionado hasta la falta de acondicionamiento de la vivienda. Todas las casuísticas hacían viable (y rápido) un incendio por su insalubridad.

El último suceso que terminó con una vivienda calcinada tuvo lugar en el día de ayer. Concretamente, en el Paseo de Echegaray y Caballero. En un inicio, saltó la alarma con la llamada de un vecino que visibilizó una fuga de agua en el bajo del edificio.


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Los bomberos, ante la llamada, acudieron al número 183 de la calle zaragozana encontrándose un gran incendio en el salón. En la vivienda estaba el cadáver de un okupa calcinado.

A lo largo de este año, otros cuatro incendios han tenido que ser atendidos por los servicios de emergencia en casas okupadas en distintos barrios de la ciudad.

El primer suceso obligó a tres ancianos a abandonar sus viviendas por el aparatoso incendio y el volumen de humo en el edificio. El segundo y tercer incendio, en el mes de marzo, en los barrios de Delicias y en la zona de la Avenida Goya.

Los otros dos incendios más recientes se produjeron en el mes de noviembre. Uno de ellos, en la céntrica calle Viva España sin graves afecciones en la vivienda y otro en la calle Figueras debido a la rotura de una aire acondicionado dejando el techo calcinado.