«Todos ellos portan armas blancas, bates y barras de hierro. En la última pelea se habló incluso de uno que llevaba una escopeta recortada». Así describen fuentes cercanas a estos hechos la situación que cada vez más denuncian los vecinos de los barrios zaragozanos de San José y Las Fuentes.


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Es el relato de una ‘guerra’ abierta que produce enfrentamientos en dos parques concretos de Zaragoza, La Granja y Torreramona, desde hace dos semanas. Un total de cinco reyertas, según estas mismas fuentes, que protagonizan miembros de bandas latinas y rivales. “No parece que luchen por el territorio sino por ver quién es más fuerte”, explican.

UNA NAVAJA DE 10 CM Y UN AGENTE HERIDO

En la última pelea, este pasado fin de semana, cinco agentes de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) de la Policía Local de Zaragoza resultaban heridos durante la detención de un total de siete personas. “Uno de los agentes recibió un puñetazo en la cabeza mientras intentaba reducir a una de las personas implicadas”, explican fuentes cercanas al suceso. “Los agentes llegaron a pedir refuerzos debido  a la violencia que estas personas presentaban ante la presencia policial”, añaden las mismas fuentes.


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La mayoría de los integrantes en la última pelea salieron corriendo al ver llegar a la policía, momento en el que los agentes descubrieron tirada en el suelo una navaja de 10 centímetros que al parecer habrían usado en la refriega.

Uno de los detenidos en esta última pelea fue trasladado al Hospital Universitario Miguel Servet debido a la gravedad de algunas heridas sufridas. “Seguían golpeándose mientras la policía realizaba las detenciones y no paraban hasta que eran reducidos”, relatan fuentes cercanas al caso.

“No solo peleas los fines de semana sino que también entre semana y siempre con armas”, añaden. Los detenidos serán acusados de desorden público y agresión a la autoridad. Lo que los implicados temen es que se produzcan más peleas y alguna de ellas tenga como resultado una víctima mortal.

“Son muy agresivos y violentos y no tienen ningún escrúpulo a la hora de encararse o hacer daño, lo que resulta todavía más peligroso”, apuntan.

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