Aragón es una región repleta de lugares emblemáticos que visitar, pero si eres de los que da más importancia a la magia que rodea a los monumentos y espacios que a su belleza, probablemente quieras visitar los sitios que te presentamos a continuación. Estos no son únicamente rincones que podrían protagonizar una postal, sino que albergan mitos y leyendas de brujas que han perdurado en nuestra historia durante siglos. 

LAS BRUJAS DE VILLANÚA

Los magos y las brujas son algunos de los personajes más recurrentes en el mundo de los mitos y las leyendas, tal y como la que encontramos en la cueva de las Güixas de Villanúa. En este caso, la historia nos traslada a una cueva natural de roca caliza por la que han pasado desde habitantes del neolítico hasta militares. De acuerdo con las leyendas del municipio, este espacio también fue un lugar de encuentro de brujas entre el siglo XV y el XVI. 

Al parecer, las brujas se encontraban en este espacio debido a su chimenea, la cual habría permitido que las brujas viesen la luna y las estrellas mientras realizaban sus rituales, en los que la presencia de los astros habría sido necesaria. Varias historias de la localidad describen a estas brujas como villanas en su época, al igual que sucede en populares cuentos, aunque hoy en día estas figuras ya no parecen tan terroríficas como antaño.  

Prueba de ello es su positiva presencia en productos de entretenimiento como la serie Embrujadas o la saga de Harry Potter, donde podemos ver magos y brujas de todo tipo. Asimismo, también encontramos su imagen en las tragaperras de los casinos que vemos aquí, en las que magos y brujas tienen una imagen menos tétrica, tal y como se muestra en el juego Magician’s secrets. Todo ello parece haber influenciado a Villanúa, que hoy en día, lejos de odiar a las brujas, les ha dedicado incluso una plaza y una mística escultura en forma de árbol.  

LAS CHIMENEAS ESPANTABRUXAS Y EL BRUJO PEDRO DE ARRUEBO

Por otro lado, en numerosos pueblos aragoneses encontramos misteriosas figuras en chimeneas, las cuales están relacionadas estrechamente con las brujas. Algunas parecen ollas, otras tienen el rostro de un monstruo, e incluso podemos encontrar varias que parecen jarrones. Todas ellas cumplen la misma función: evitar que las brujas sobrevuelen esa zona. Podemos ver estas figuras en pueblos como Escartín, el cual fue abandonado entre los años sesenta y setenta. 

Finalmente, te sugerimos visitar los bosques que rodean las localidades de Tramacastilla y Sandiniés, pues se dice que allí, además de haber duendes y brujas, se produjo una posesión demoniaca colectiva por parte de un brujo llamado Pedro de Arruebo entre 1637 y 1643. Según la leyenda, el poder del brujo, que era dueño de una finca cercana, era tan grande que hasta otros países de Europa fueron afectados. 

En definitiva, si te gustan las historias de brujas, Aragón tiene numerosos lugares “encantados”, tal y como los que hemos presentado en esta ruta.