El Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha un plan especial de retirada de pintadas en fachadas de comunidades de vecinos y comercios. Los operarios del servicio de Quitapintadas se están encargando de retirar los grafitis que ensucian las paredes de las calles de la ciudad y dañan gravemente su imagen. Con esta acción se refuerzan los trabajos habituales de limpieza de estos actos vandálicos que se repiten en el mobiliario urbano y la vía pública.


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Aquellas comunidades de vecinos interesadas en beneficiarse de este servicio deben dirigirse a su Junta de Distrito. Este plan de limpieza se va a prolongar al menos hasta la primera quincena de enero y desde el Ayuntamiento recomiendan que se solicite lo antes posible, ya que los trabajos se organizan por barrios y distritos. Así, sería más complicado actuar si cuando se pide los operarios ya han trabajado en esa zona.

Una vez solicitado, los empleados de FCC Medio Ambiente se ocupan de retirar la pintada en cuestión. Con la pared limpia, si los propietarios del inmueble han aportado la pintura del color que quieren que quede la fachada, los mismos operarios se ocupa también de repintar el trozo afectado. De esta manera, los vecinos afectados se aseguran de que su edificio va a quedar como quieren o como estaba antes, eligiendo ellos mismo el tono y dotando al servicio de limpieza de la cantidad necesaria de pintura.

BORRAR PINTADAS O GRAFITIS EN ZARAGOZA

Para conseguir borrar la huella de estas conductas incívicas de las calles de Zaragoza, los ‘quitapintadas’ llevan un motor auxiliar con una lanza a presión y emplean lejía, salfumán, amoniaco, jabón desengrasante y todo aquello que sea necesario para acabar con las manchas. Y es que estos operarios no solo se encargan de retirar grafitis, sino que también desinfectan las calles, ya sea de orín de perro o de persona, de los excrementos de las palomas y otros pájaros, o, en los primeros meses de la pandemia, también del virus del COVID-19.

En el caso concreto de las pintadas, disparan una mezcla de agua y arena para desgastar la superficie y hacer saltar la pintura incrustada. Una vez retirada la pintura se adecenta la pared con tinta y cemento para dejarla lo más parecido posible a como estaba sin el grafiti. Entre las zonas donde más trabajo tienen están los alrededores de los colegios y de los parques, así como las afueras de la ciudad. Por su parte, las quejas vecinales sobre este tipo de acciones incívicas se concentran en Delicias, Centro y Casco Histórico. En total, según los datos que maneja el Ayuntamiento, cada día se retiran una media de cien actuaciones de este tipo en Zaragoza.

Para tratar de recudir esta alarmante cifra, desde la concejalía de Servicios Públicos y Movilidad se recuerda que pintar grafitis fuera de una intervención artística destinada a dicho uso está prohibido y las multas son de entre 161 y 250 euros. Por otro lado, tanto en el caso de las pintadas como de la suciedad o la basura en las calles de Zaragoza, hay un importante componente de civismo y de educación en el que el Ayuntamiento trata de trabajar a través de la campaña Zaragoza más limpia. Con ello se intenta concienciar de la importancia que tienen las acciones del ciudadano.


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En cualquier caso, para las fachadas donde el daño ya está hecho, ahora es el momento de actuar sobre ellas. Los vecinos y dueños de comercios interesados en adecentar sus paredes para que vuelvan a lucir como antes deben solicitar la intervención cuando antes en su Junta de Distrito. De esta manera, los quitapintadas de FCC pasaran cuanto antes para hacer su magia.