Accidentes en directo, peleas, levantamientos de cadáveres, un hombre durmiendo dentro de un contenedor… Como dice César Lázaro, “20 años en el turno de noche dan para todo eso”. Es el tiempo que lleva trabajando como operario de FCC (Fomento de Construcciones y Contratas), empresa concesionaria del servicio de limpieza pública y recogida de residuos de Zaragoza. Empezó con un contrato temporal, llevando un carro de barrido, de ahí pasó a peón y ahora es conductor, el nivel más alto dentro de los operarios.
Desde hace unos meses, ha podido por fin pasar a un turno diurno, después de 17 años recorriendo Zaragoza por las noches con el camión de la basura. Ahora se ocupa de la recogida de papel y cartón, es decir, los contenedores azules de las calles de Zaragoza, pero durante el día.
Con el cambio prácticamente todo han sido ventajas para César pero ahora tiene que lidiar con más tráfico, vehículos en doble fila y otros imprevistos que por las noches no eran tan frecuentes. “Es una lucha diaria por las calles, con camiones de reparto, vías estrechas por las que apenas puedes pasar… Cuando dejan un coche delante del contenedor nos toca llamar a la Policía constantemente o tocar el claxon y esperar. Pero si es una calle de un solo carril, los demás quieren pasar y, a veces, damos la vuelta a la manzana para volver a intentarlo”, explica. Y es que por el sistema que usan estos camiones, la recogida se produce de forma lateral, con una pinza que coge el contenedor y lo vacía. Un mecanismo que no se puede activar si hay un coche aparcado tapando el paso.
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Actualmente, el recorrido que realiza César va por Las Delicias, Oliver, Valdefierro y el Arrabal, barrios de Zaragoza donde abundan las calles complicadas. “Depende de la zona, pero en callejones de Valdefierro y otras calles estrechas de Las Delicias, aunque llevo un camión mediano, no siempre es fácil pasar”, explica. “Alguna vez incluso me he quedado atascado llevando una furgoneta”, añade.
Para hacer el trabajo lo más eficiente posible, la flota de FCC destinada a la recogida de residuos cuenta con camiones pequeños, medianos y grandes. Estos se distribuyen según la tipología de la zona, de tal manera que los grandes van a barrios amplios como Montecanal o el Actur.
Junto con el tráfico y las incidencias relacionadas con vehículos, hay otras situaciones a las que César se enfrenta a diario. En algunas de ellas tiene mucho que ver el ciudadano, que no siempre deposita en cada contenedor lo que debe. “Me he llegado a encontrar contenedores de cartón llenos de muebles. Y no te das cuenta hasta que no se está vaciando en el camión”, asegura.
El tiempo de descarga tampoco es una ciencia exacta y, en ocasiones, la impaciencia de los conductores situados detrás del camión de recogida no facilita las cosas. “Si todo está bien, en 50 segundos o un minuto puedes vaciar un contenedor pero no siempre es así. A veces hay un cartón grande cruzado que impide el paso del resto de desechos y también puede fallar el sistema eléctrico del camión”, explica. Si alguna de estas incidencias sucede en una calle de un solo carril, la cosa se complica. “Muchas veces la gente te pita porque piensa que estás ahí pasando el rato pero no es tan sencillo como pulsar un botón”, añade.
Otras sorpresas que César se encuentra demasiado a menudo cuando recorre Zaragoza con el camión de basura son los restos depositados fuera de los contenedores. Esto suele suceder cuando alguien quiere tirar la basura pero está lleno. “Lo dejan delante o al lado pensando que ayudan, pero no, porque nos tenemos que bajar del camión y retirarlo todo antes de coger el contenedor con la pinza”, explica César.
Como éstas, tiene mil y una anécdotas que contar. Y es que tanto de noche como ahora, sus ocho horas diurnas con el servicio de recogida de FCC dan para mucho. “Zaragoza se limpia las 24 horas del día, termina el turno de la noche y llega el de la mañana”, explica sobre una labor que para un mayor éxito necesita de la colaboración de toda la ciudadanía.
*Nota del editor: Este reportaje está elaborado en colaboración con FCC para exponer y ensalzar la labor de sus operarios en los distintos servicios en la ciudad de Zaragoza