Tras un verano de eventos, cenas y fiestas temáticas al aire libre, el restaurante El Cachirulo da la bienvenida al otoño con una nueva carta para esta temporada y también volviendo al comedor interior de siempre. Referente gastronómico en Aragón, El Cachirulo tiene más de 30 años de experiencia a sus espaldas. Una trayectoria que le ha consolidado como grupo empresarial y ayudado a diversificar su actividad.


Publicidad



Publicidad


El buque insignia es su restaurante, que se encuentra a quince minutos del centro de Zaragoza, dentro de un emblemático edificio. Su cocina selecciona cuidadosamente los productos de primera calidad para ofrecer platos tradicionales. Alguno de ellos se elabora en la barbacoa de leña y carbón, asegurando el sabor más auténtico de la materia prima. En la propuesta gastronómica también tiene cabida la innovación, con la incorporación de las tendencias más actuales y sorprendentes.

El éxito de este espacio gastronómico no sería posible sin el equipo humano que hay detrás de cada plato y de cada servicio. Actualmente, la plantilla del Grupo la forman 80 empleados fijos, entre quienes están los de cocina y de sala. Su dilatada experiencia es garantía de éxito, dando respuesta a cualquier petición y estando pendientes de todos los detalles para ofrecer al cliente la mejor velada. Para comprobarlo, se pueden realizar reservas de mesa a través de internet o por teléfono (976460146). Solo así se podrán probar los arroces, las carnes a la brasa, las ensaladas frescas de la tierra o los platos de cuchara que se incluyen en la carta.

Para empezar a abrir boca, la carta ofrece más de una docena de opciones para picar, desde las más tradicionales, como croquetas de jamón o zamburiñas, hasta otras más exclusivas, como una lata de caviar Per Sé Gold de 30 gramos. En cuanto a los arroces, se puede comer del señorito, negro o con conejo, y también hay fideuá.  Si con el frío apetece más un plato de cuchara, en El Cachirulo hay caldereta de judías con sepia, almejas y gambas, arroz caldoso de carabineros y fideos a la cazuela con bogavante.

La brasa es un componente importante en la cocina del restaurante El Cachirulo por lo que su carta ofrece muchas opciones elaboradas de esta forma. Se pueden comer pescados como bacalao de Islandia, rodaballo gallego, atún rojo o rape negro. En cuanto a las carnes, chuleta madurada de vaca, costillas de ternasco o steak tartar elaborado a la vista del cliente son algunas de las opciones. Quienes prefieran el asado, hay jarrete de ternera de leche o ternasco de leche. Por supuesto, el producto de cercanía tiene protagonismo en esta propuesta gastronómica, que incluye chuleta, romero y queso del Moncayo o migas de pastor con uva y huevo.


Publicidad


También se puede comer un menú de 40 euros que incluye un entrante a elegir, que puede ser, entre otros, una ensalada de perdiz escabechada o una fideuá de gambas con alioli; un principal a elegir, con pescados como merluza de pincho o lubina salvaje, y carnes (entrecot o el ‘Duo Cachirulo’, compuesto por cochinillo y ternasco). Para terminar con buen sabor de boca, tarta rusa, sorbete de gin tonic, limón o mandarina, ensalada de frutas de temporada o surtido de helados. Todo ello regado con los vinos Sommos Roble Chardonay, Sommos Varietales Tinto y Viña Pomal Crianza.

Calidad gastronómica, buen servicio y un espacio cálido y acogedor ya esperan a los comensales que este otoño quieran compartir sus momentos de reunión alrededor de una mesa en el restaurante El Cachirulo.