Muebles Pardos, uno de los emblemáticos negocios de la avenida de Madrid de Zaragoza, cumple 60 años presumiendo de buena salud. «Mi padre empezó con la fabricación de sillas, sofás… y luego instaló el comercio, la venta al público», explica Ángel Pardos, el actual dueño del establecimiento. Dedicado durante más de 40 años al negocio familiar, Pardos recogió el testigo de su progenitor en el año 2003. Desde entonces, acompañado por su mujer, Pilar Peco, el empresario ha tenido que adaptarse a los requerimientos que la sociedad actual ha ido imponiendo desde la irrupción de internet.
«Me gusta actualizarme. Hemos estado presentes en todas las plataformas que han ido saliendo a través del Ayuntamiento, el Gobierno de Aragón o la Cámara de Comercio de Zaragoza. La verdad es que nos hemos apuntado a todas», explica el dueño de Muebles Pardos. «Siempre hemos tenido página web, incluso ahora la estamos retocando. Nos metimos también con el proyecto ‘Volveremos’; desde principios de año estamos presentes en Zerca!; tenemos nuestra página de Facebook, perfil en Instagram… Intentamos llegar a las últimas actualizaciones que el mercado está demandando», señala.
El caso de Muebles Pardos es un ejemplo de cómo es posible sacarle partido a internet en tiempo difíciles. Ese es el objetivo de la campaña ‘Yo vendo Zaragoza online’, una iniciativa con la que se espera atraer más negocios al entorno digital.
«Viene mucha gente preguntando por piezas o modelos que ha visto en nuestra página web y cada día son personas de edad más avanzada. Es cierto que la gente joven lo controla más, pero hay personas más mayores que pasan muchas horas en casa y primero miran por internet los productos que les interesa comprar», apunta Ángel.
Sobre las particularidades de su sector, Pardos indica: «Comprar un mueble por internet, a no ser que se trate de una pieza auxiliar, es un poco difícil, porque la gente quiere ajustar las medidas y las distribuciones. Aunque la venta directa no se realice de manera digital, estar presentes en la web nos sirve de escaparate y como publicidad, ya que su repercusión es mayor cada día». «Muchos clientes vienen con su móvil y nos preguntan: ¿Tienen este tipo de mueble?”, comenta.
Sobre cómo han afrontado los últimos doce meses, Pardos afirma: «Después de pasar la crisis de 2008, tuvimos tres años de buena evolución. Tras la declaración del estado de alarma, los dos meses y medio que estuvimos cerrados supusieron un palo muy grande. Cuando volvimos a abrir, en mayo, se notó un pequeño incremento en volumen de ventas». «Ahora, en 2021, ha vuelto a bajar un poco el número de visitas», concluye Pardos, quien sigue afrontando el futuro con optimismo.
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