Esquí, turismo rural y urbano, vino… y muchas, muchas hamburguesas. Burgers entre las que reinan creaciones muy originales, alimentos de calidad diferenciada de Aragón y unas carnes de tantos tipos y procedencias que te dejarán sin palabras. Esto y más ocurre en la primera edición del Huesca Burger Fest, el evento gastronómico organizado por Zaragoza Food Fest, Balboa Media, La Tilde Comunicación y Supermercados Altoaragón y Cash Altoaragón, como principales patrocinadores; y como media partner está HOY ARAGÓN, en apoyo al sector.

Hasta este domingo 40 restaurantes, bares, cafeterías y bocaterías repartidas por todo Huesca y provincia ofrecen no solo burgers sorprendentes, sino también planes variados para tener la excusa perfecta de salir de casa en busca de turismo gastronómico. Para ver todas las hamburguesas y los restaurantes que participan se puede entrar en la web de Huesca Burger Fest, donde también se dan ideas sobre planes para hacer este fin de semana en la provincia de Huesca.

Apurando los últimos coletazos de la temporada de nieve, unas de las alternativas que plantean desde el Huesca Burger Fest es una actividad de esquí + burger. Formigal y Panticosa son algunas de las opciones de esquí del Pirineo oscense que cuentan con restaurantes cercanos participantes en este festival gastronómico, como es el caso de L’Aspiga Burger & Steak House o Bar Casino. Además, quienes quieran hacer turismo después de un día de esquí, no pueden pasar por alto la estación de Cerler, cuya altitud, calidad de la nieve, belleza y cercanía a Benasque la convierte en una de las mejores de España.

Aunque el municipio de Plan está casi a dos horas en coche desde esta estación su visita merece la pena, pues tiene dos puntos atractivos muy interesantes. El primero, su imponente ibón, al que se puede llegar por diferentes senderos. El segundo es O Bistró de Chistau, un restaurante que también tiene una burger especial. Está hecha, concretamente, con carne de vacuno, papada de latón de La Fueva, queso cheddar, cebolla de Fuentes de Ebro caramelizada, lechuga y mahonesa coreana. Para que el viaje no se haga largo, a medio camino está Aínsa, uno de los pueblos altoaragoneses más alabados por su belleza.

A siete minutos en coche entre sí están las estaciones de Astún y Candanchú. La primera es la más joven y moderna del Pirineo; la segunda, la más antigua de España y la que satisface a los esquiadores más expertos, pues cuenta con pendientes pronunciadas, aunque también con pistas para principiantes. De camino a Huesca desde estas estaciones se pueden hacer muchas paradas turísticas, y es que los parajes de los pueblos de alrededor no dejan indiferente a nadie.

TURISMO URBANO Y BURGER

Para quienes no sean amantes del deporte y busquen un plan más tranquilo, a menos de diez minutos de Candanchú y Astún está la estación ferroviaria de Canfranc. A solo siete minutos de Candanchú y Astún encontrarás la preciosa estación ferroviaria de Canfranc, de visita obligatoria. Desde allí, a 20 minutos en coche está Jaca, uno de los pueblos más característicos de Huesca, ya sea por su fortificada Ciudadela, por la Catedral de San Pedro o simplemente por el encanto de sus calles. Entre ellas encontrarás, hasta este domingo, cuatro restaurantes participantes del Huesca Burger Fest: Gorbea, con su miniburger; el restaurante-hotel Jaqués, con su hamburguesa premium de chuletón y marboré; y Bachimala, con sus respectivas burgers al estilo smash.

Si te gustan los pueblos pequeños, en Castelflorite se halla el restaurante El Castillo, con una hamburguesa de ternera casera, pan rústico, queso, tomate, cebolla frita, ensalada, bacon y huevo. Bajo los restos de un castillo te toparás con Almudévar, donde el bar Botticelli ha creado Boira, una hamburguesa con productos de la zona: pan brioche de Tolosana, queso artesano d’Estrabilla, carne de solomillo de cerdo con toque ahumado, guarnición de patatas y salsa Pedro Saputo.

Otro destino de parada obligatoria es Huesca capital. Después de ver su catedral y dar una vuelta por sus tranquilos parques y calles hay para elegir nada más y nada menos que 20 establecimientos con sus respectivas burgers. Algunas de ellas son La Burguesa de El alambique, en la zona del Coso Bajo; o la hamburguesa Vicaría, de La Vicaría Resto Bar; al lado del Parque Miguel Servet. También participan en el festival el bar La Rebotica, el Hotel Pedro I de Aragón o el restaurante Bar Álvaro, con burgers de todo tipo.

Ya lo dijo la escritora estadounidense Kressman, «existe más historia que geografía en una botella de vino». Entre el Valle del Ebro y los Pirineos maduran uvas como Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo y Chardonnay que son las protagonistas de la Ruta del Somontano, donde Barbastro se convierte en parada obligatoria. A unos kilómetros está la bodega Viñas del Vero-Blecua. Antes o después de visitarla merece la pena dar una vuelta por Barbastro y pasar por la Lonja del Vino, donde ofrecen una burger de 250 gramos de vaca madurada Summatura en pan de cristal con lechuga, dados de tomate, cebolla caramelizada, bacon crujiente, queso cheddar, huevo y salsa barbacoa al estilo La Lonja.

A media hora en coche está Binéfar, donde puedes optar por bar El Cierzo. Allí sirven 180 gramos de carne picada de ternera cien por cien adobada y confeccionada en el establecimiento. Se sirve sobre una cama de pan, rodajas de tomate, lechuga y cebolla pochada, regado con su salsa de foie.