Son los héroes silenciosos de las Fiestas del Ángel. Mientras todos los turolenses y visitantes celebran los días grandes de la ciudad, uno de los festejos con más fama y solera de España, un grupo de 30 hombres y mujeres redoblan esfuerzos para que Teruel luzca mejor que nunca: los operarios de limpieza que deben doblar turnos en las fechas clave y dan lo mejor de sí mismos.


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El servicio especial de limpieza para estas fechas, desarrollado por FCC Medio Ambiente, está formado por un total de 27 operarios y los correspondientes supervisores. «La mayor parte de los que participan llevan muchos años haciéndolo, algunos hasta 20, aunque año tras año vamos rejuveneciendo el equipo», explica para HOY ARAGÓN Juan Palos, jefe del servicio de limpieza.

Es duro trabajar mientras todos los demás están de celebración pero, como señala, «los que participan en la operativa se sienten recompensados, porque Teruel no es tan grande como Zaragoza y los turolenses suelen ser más cercanos y nos lo agradecen, lo que permite que sintamos que estamos ofreciendo un servicio a la ciudad».

Los operarios, divididos en varios equipos, inician las labores de limpieza a las 06:00 de la mañana, y el final es una incógnita: «terminamos cuando esté todo en condiciones, no hay un horario fijo», indica. A esto se suma que los días clave: el sábado 9 de julio, el domingo 10 y el martes 12, se doblan turnos, para limpiar la plaza del Torico cuando se le pone el pañuelo (sábado), la plaza de toros (domingo) y la zona de desmontaje de carpas (martes).

Uno de los equipos se ocupa del barrido con sopladora y cubre la zona perimetral de Teruel, fundamentalmente las grandes avenidas y el parque. Por su parte, se organizan dos equipos de baldeo con cisterna, cada uno de ellos con dos operarios, que con mangueras arrastran la suciedad especialmente en el casco histórico.

Asimismo, se ponen en servicio otros dos equipos de baldeo con cisternas de alta presión, que se ocupan de las calles más estrechas y zonas de peñas, allí donde la suciedad resulta más difícil de limpiar. A todo esto se suma un furgón hidrolimpiador dedicado al casco histórico, útil para zonas con escalinatas, como la Catedral, el Mausoleo de los Amantes y otros monumentos.


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Otras dos brigadas de limpieza, con cinco operarios cada una y dos camiones recolectores, peinan la ciudad empezando una de ellas por la zona norte y otra por la zona sur, hasta que se encuentran. Por último, una novedad que se puso en marcha con éxito hace tres años, es la brigada de dos personas equipada con rastrillos y cepillos y encargada de limpiar los parques.

Entre las zonas rojas que merecen mayor atención está, como es lógico, el casco histórico: «a las 10:00 ya empiezan a montarse las terrazas, solapándose con jóvenes que todavía están de celebración, por lo que el trabajo debe hacerse con presteza», indica el responsable de FCC Medio Ambiente. Otro ‘punto caliente’ es la salida de conciertos, ya que «empezamos a limpiar cuando aún están terminando».

No obstante, Juan Palos reconoce que la mayoría de la gente sabe comportarse y tiene la educación de tirar la basura en contenedores, papeleras, etc., pero el volumen de desperdicios es enorme, por lo que resulta clave este refuerzo para que la ciudad quede ‘niquelada’.

Asimismo, valora muy positivamente el trato que reciben por parte de los ciudadanos. En todo caso, para que todo vaya bien, los trabajadores cuentan con un protocolo de actuación con el fin de saber lidiar con las personas que hayan bebido ‘una copa de más’.


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«En todos los años que llevamos, nunca hemos tenido ningún problema», resalta; algo que dice mucho del civismo de los turolenses. Saber valorar un servicio tan esencial para que las fiestas brillen como se merecen es un gran punto a favor para aquellos que están de celebración.