Beatriz, María Ángeles, Marisa, Marta, Milagros, Nieves, Pilar y Teresa. Ocho mujeres. Ocho empresarias y trabajadoras de Mercazaragoza que se han hecho hueco en un sector eminentemente masculino. Con motivo del 8M y la celebración del Día de la Mujer, Mercazaragoza quiere poner en valor el papel de la mujer y reflejar el trabajo por la igualdad de todos estos años a través de estas ocho pioneras, apasionadas y conscientes de la gran labor que realizar a diario.

«Tengo 66 años y, de momento, no me pienso jubilar». María Ángeles Ramos tiene las cosas claras y las dice con la misma determinación con la que empezó a trabajar en Mercazaragoza hace ya 48 años. «Siempre me he sentido respetada pero también me he tenido que ganar ese respeto», asegura. Es socia fundadora de Patatas Gómez, una empresa familiar al frente de la cual está actualmente su sobrino, la tercera generación. Ella trabaja como directora comercial y asegura que en todo este tiempo nunca se ha sentido discriminada. «Y eso que hace años el machismo era más intenso», puntualiza. «En el día a día, me siento muy cómoda y a gusto. Nos conocemos todos y se establece un vínculo muy familiar».

Milagros Gregorio es otra de las veteranas en el «mercado», como la mayoría de quienes trabajan en Mercazaragoza de toda la vida lo llaman. En su puesto vende curados, jamón, ibérico, frutos secos… Y lo tiene desde hace 44 años. «Para mí, ser mujer no ha supuesto ningún problema para trabajar aquí, tengo muy buena relación con la gente y disfruto de mi trabajo», apunta. Lo mismo le sucede a Nieves Oztariz, quien junto a su marido tiene una empresa de fruta y verdura, M. F Benical. A sus 57 años, lleva dos décadas vendiendo en su puesto de Mercazaragoza «sin ninguna queja».

A Marisa Paesa su trabajo en Mercazaragoza le vino de sopetón, con el fallecimiento de su marido en el 94. «Por aquel entonces mis hijas tenían cinco años, yo trabajaba en una tienda y no tenía ni idea de cómo funcionaba esto pero el negocio estaba en marcha y tuve que ponerme al frente», recuerda. De aquello hace ya 28 años y desde entonces, asegura, no ha tenido ni un día de vacaciones. «En el puesto tan pronto desmonto palets y los coloco como cobro o me pongo a fregar», resume esta mujer polivalente que salió adelante gracias al apoyo de clientes y proveedores. «La mayoría se portaron bien conmigo desde el principio y siempre me he sentido respetada. No he tenido ningún problema por ser mujer». A punto de cumplir los 62 años, la idea de jubilarse le va rondando la cabeza pero no está contando los días. Su trabajo, al que ha dedicado toda una vida y que tanto sacrificio le costó al principio, le gusta y le reconforta ver cómo ella sola sacó la empresa adelante, incorporando nuevas líneas de productos y aumentando mercado.

Quien también siente pasión por su trabajo y no le cuesta lo más mínimo arremangarse y ponerse a trabajar en lo que haga falta es a Pilar Pascual. Formó la empresa con su marido cuando se casaron, hace 40 años, y todavía hoy, a sus 60, sigue yendo al campo si se la necesita. Él se encarga más de esas labores y ella del papeleo, las cuentas, la logística… En su puesto venden verdura de temporada que cultivan en sus campos, un sector con el que Pilar está familiarizada desde que de niña vio en su casa cómo se limpiaba una borraja. «Dejé de estudiar a los 15 años y me dediqué al campo. Hasta hoy mismo, que vengo de recoger espinacas». «De cuando empecé a ahora ha habido muchos cambios. Entonces tenía 23 años, era la chica joven y había más hombres mayores, de los de antes. Ahora hay mucho respeto», asegura.

Marta Ortiz forma parte de las nuevas generaciones de empresarias y trabajadoras en Mercazaragoza. Se dedica a la gestión, contabilidad y, más recientemente, labor comercial en Frulucas, la empresa familiar fundada en 1975 por sus padres. Dejó de estudiar a los 16 años y se incorporó al negocio donde también están su hermana y su hermano. Para ella trabajar en un sector eminentemente masculino no es complicado. «La función de cada sexo está muy diferenciada, al menos en los mercados, ya que no somos iguales en fuerza pero las mujeres llevamos buena parte de la administración de la empresa«, asegura.

Teresa Lou trabaja como auxiliar administrativo en Coloniales Gómez desde hace dos años pero su relación con Mercazaragoza comenzó mucho antes. «Mis padres eran fruteros y además teníamos árboles frutales. La primera vez que vine tenía 11 años y, a partir de los 15, ya era algo continuo de fines de semana y veranos», recuerda. Tras trabajar en otros sectores (fue conductora de autobuses durante dos años), la vida la ha devuelto a Mercazaragoza donde, a día de hoy, recibe un trato igualitario. «Mi vida siempre ha sido bastante masculina. Trabajar en el campo rodeada de hombres te obliga a doblar el riñón más todavía. A día de hoy se me considera una más», asegura.

«He encontrado al amor de mi vida en el mercado y a mí segunda familia en Hermanos Ibáñez». Beatriz Campos no puede estar más agradecida de haber caído en Mercazaragoza hace ya 29 años. Ahora tiene casi 48 y trabaja como administrativa en este mayorista de fruta y verdura. «Nunca he tenido problemas en el sector por ser mujer. Al principio se te hace un poco duro por el horario y porque casi todos son hombres. Pero poco a poco y viendo a las mujeres que llevan años trabajando aquí tiras hacia delante», dice.

Estas ocho mujeres son trabajadoras y son pioneras en Mercazaragoza por su labor. Sus historias representan la lucha por la igualdad en una semana en la que, con motivo del 8 de marzo, se reivindican más que nunca los derechos de la mujer. Según las vivencias relatadas, todas coinciden en que la discriminación por sexo nunca ha estado presente en sus vidas, estando siempre por encima el respeto entre compañeros. Todas experimentan a diario la dureza del trabajo en los mercados que, además de curtir, contribuye a generar vínculos personales (en algunos casos incluso de matrimonio) y deja latente el respeto entre personas de igual a igual, independientemente del género.

Marisa Paesa está en Mercazaragoza desde el año 91. CEDIDA

María Ángeles Ramos es la directora comercial de Patatas Gómez. CEDIDA

Nieves Oztariz tiene una empresa de fruta y verdura con su marido desde hace 20 años. CEDIDA

Pilar Pascual lleva 40 años con su puesto de verdura de Aragón en Mercazaragoza. CEDIDA

Teresa Lou trabaja como auxiliar administrativo en Coloniales Gómez. CEDIDA

Beatriz Campos trabaja en Mercazaragoza desde hace 29 años. CEDIDA

Los padres de Marta Ortiz fundaron Frulucas en 1975. CEDIDA

Milagros Gregorio está en Mercazaragoza desde que se inauguró, hace 54 años. CEDIDA