Este domingo arranca la Semana Santa, una festividad llena de alimentos típicos y tradiciones muy arraigadas a lo largo de los años. Desde la cadena aragonesa de aperitivos Martín Martín, especialistas en acercar las tradiciones festivas al público general, nos trasladan anécdotas y curiosidades de estas fechas tan señaladas.

La celebración del Domingo de Ramos tiene su origen en Jerusalén, donde se celebraba el recuerdo de la entrada triunfal de Jesús en la Ciudad Santa. Esta tradición se fue difundiendo en Occidente por los peregrinos, y adquirió tal importancia que en este día mucha gente se ponía su mejor ropa, de ahí el dicho de “Domingo de Ramos, el que no estrena no tiene manos”. A la liturgia se unió la costumbre de colgar los ramos de olivos en los balcones para bendecir la casa y fue en 1371, en Elche, donde se introdujo la Palma Blanca, que actualmente es una fiesta declarada de interés nacional.

La palma blanca se consigue tapando del sol las hojas de los palmerales para que no se pongan verdes, y luego lleva un laborioso trabajo de trenzado artesanal que hace en las casas y se pasa de padres a hijos, llegándose a hacer palmas de cuatro metros de alto. La tradición de colgar caramelos a las palmas tiene su origen en las frutas que se colgaban en los ramos en las primeras procesiones de Jerusalén como símbolo de abundancia, que se fue transformando en rosarios de frutas desecadas, hasta las chuches que los niños cuelgan hoy en día.

En Martín Martín cuentan con palmas de todos los tipos y tamaños así como una amplia variedad de dulces para adornarlas. Además, comprando una palma en Martín Martín el cliente se lleva de regalo cupones descuento para disfrutar estos días del Parque de Atracciones de Zaragoza.

Y si hablamos de alimentos típicos de estas fechas, hay tres productos que no pueden faltar estos días, como son las torrijas, los buñuelos y el bacalao. Las torrijas es uno de los dulces más antiguos de los que hay constancia. Aparecen en recetarios romanos en los que se habla de freír pan remojado en leche. Hay muchas variantes en la elaboración de las torrijas, incluso remojadas en vino o en miel, y en su origen se daba a las mujeres que habían dado a luz, como reconstituyente, para recuperarse y a estimular la secreción de leche. La primera vez que se utilizó el término torrija es en torno al 1600, y hacía referencia a torrada o “Trozo de pan”. La tradición era darlo a las visitas que venían a ver a las parturientas, siendo el vínculo a la Semana Santa relativamente reciente.

Los buñuelos son otro de los clásicos de Semana Santa y también se remontan a la época romana, si bien el buñuelo tal como lo conocemos comenzó en la época árabe y fueron los moriscos en Andalucía los que empezaron a elaborarlos fritos y cubiertos de miel. Una vez expulsados los árabes de la Península, los gitanos perpetuaron la tradición hasta nuestros días. Si no tienes tiempo para elaborarlos en casa, en Martín Martín cuentan tanto con deliciosas torrijas artesanas como con deliciosos buñuelos de viento caseros, y también rellenos de nata y crema, elaborados con materias primas de primera calidad para que disfrutes sin esfuerzo de estos postres tan típicos de Cuaresma.

El bacalao es otro clásico de la Semana Santa y su origen está en un intento de garantizar su conservación y que los lugares sin mar pudieran comer pescado. Por eso se popularizó su consumo en la Cuaresma, con la prohibición de comer carne, al poder conservarlo sin problema de que se estropease. De hecho, el bacalao salado es una forma cómoda de tener pescado fresco en casa, se puede mantener en la nevera varios meses y desalarlo cuando se necesite. La textura y sabor intenso que adquiere el bacalao al salarlo ha desarrollado toda una cultura gastronómica en torno a él, convirtiéndose en uno de los pescados más apreciados. Todas estas características las tiene el bacalao auténtico, tal como apuntan desde Martín Martín.

Las formas de distinguirlo son su piel es atigrada, con pequeñas motas blancas y una línea blanca por el centro de la pieza, y el color de su carne es ligeramente céreo. Desde Martín Martín aconsejan desconfiar del supuesto bacalao que sea muy blanco. En cuanto al cocinado, hay infinidad de recetas, desde tortilla de bacalao, croquetas o bacalao al ajoarriero, si utilizamos bacalao desmigado. Si utilizamos lomos, podemos hacerlo a la Vizcaína con carne de pimiento choricero, bacalao con tomate o el famoso bacalao al pil-pil cuya cremosa salsa se consigue gracias a la gelatina que suelta la piel del bacalao.

Tras conocer las principales tradiciones y gastronomía de la Semana Santa, ahora toca disfrutarla plenamente, y para ello nos será muy útil el calendario de bolsillo de procesiones de Zaragoza que entregan gratuitamente en cualquiera de las tiendas Martín Martín de Zaragoza, lleno de curiosidades y con toda la programación de procesiones de estos días, para aprovechar al máximo estas fechas tan señaladas.