La Navidad ya está aquí. Y tras unos años en los que Zaragoza era una de las ciudades más pobres en lo que a iluminación navideña se refiere, la capital ha recobrado el brillo típico de estas fechas.
Las estrellas rotas de Independencia, las auroras boreales de la Plaza de San Felipe o el árbol de Plaza Paraíso volverán a compartir protagonismo en esta fechas junto a nuevos elementos que se incorporan por toda la ciudad.
Aún así, son muchos los que añoran la iluminación que se ponía en Zaragoza hace varias décadas, en las que las estrellas, los abetos o las tradicionales campanas alumbraban nuestras calles, o las fachadas de grandes almacenes como El Corte Inglés. Iluminaciones con motivos típicos de la Navidad, que han desaparecido en gran parte de las ciudades españolas en favor de una decoración mucho más moderna.
LA NAVIDAD DE LA ZARAGOZA DE ANTES
La Navidad de antaño llenaba de luz las principales arterias de la ciudad. Desde las grandes avenidas como Independencia, a calles como Alfonso, Cinco de Marzo, San Miguel, o las calles del Tubo. Muchos recordaréis también los altísimos árboles de Navidad que se distribuían por la ciudad, con un tronco metálico, y ramas de pino natural que salían de él, situados en lugares como la Plaza de Aragón o la plaza del Pilar.
BELENES EN INDEPENDENCIA, PLAZA DE ESPAÑA Y PLAZA DEL PILAR
En Zaragoza también ha habido siempre una gran tradición belenista. A día de hoy, el Belén de la Plaza del Pilar acapara el protagonismo absoluto pero en los años 50 y 60 se instalaba también un belén en el Paseo de la Independencia o en la Plaza de España, en la esquina de la Diputación Provincial.
Y el actual belén de la Plaza del Pilar, el más grande de España, tiene su origen en el que se ponía (mucho más pequeño), en la plaza del Pilar desde finales de la década de los 60. En los años 70 se compraron varias figuras de tamaño natural, que son el germen del belén gigante que podemos ver en la actualidad, destacando figuras como las de San José, la Virgen María, el niño Jesús, los Reyes Magos o algunos pastores, con una estética muy diferente de las figuras adquiridas en los últimos años.