Los barrios de San Pablo, Tenerías, La Magdalena, San Miguel o el entorno de la Plaza del Pilar conforman un barullo de calles que cuentan cientos de historias en cada esquina. Más de 2.000 años que pocos zaragozanos conocen con todos los detalles.

1. Es el segundo casco histórico más grande de España. Las murallas romanas, del siglo III, servían de muralla de la ciudad durante diez siglos después. La principal vía en la época romana de Caesaraugusta era la calle Don Jaime I.


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2. El principal núcleo de vida urbana tenía lugar en la puerta del Mercado, situado al Oeste de la ciudad medieval. En la populosa plaza, a principios del siglo XX, se levantó el actual mercado central.

El mercado medieval de la ciudad de Zaragoza / GAZA

3. En el interior del casco urbano se encontraba el Paseo de Santa Engracia o Salón de Pignatelli, futuro Paseo de la Independencia. El proyecto fue realizado en 1815 a modo de paseo imperial al mismo tiempo que planificaba la expansión de la ciudad hacia el sur. Se planeó que este paseo debiera acabar en una nueva puerta rodeada por unos jardines, sin realizarse.


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4. La Torre Nueva, situada en la plaza San Felipe, fue utilizada para avisar al recién creado cuerpo de bomberos donde había un incendio gracias a su increíble altura (casi 80 metros) dependiendo del número de campanadas. Con una campanada se avisaba cuando el fuego ocurría en el barrio de la Seo, con cuatro si era en San Miguel, con once si era en Santa Engracia, etc.

Una inmensa torre coronó los cielos de Zaragoza hasta 1883 / GAZA

Era un monumento de una gran riqueza patrimonial.

Sin embargo, fue destruida en 1883 por riesgo a su caída. A día de hoy, tan sólo una marca en el suelo en la plaza San Felipe recuerda la ubicación de la Torre Nueva.

5. Zaragoza tuvo 12 puertas que engalanaban a la ciudad en sus muros. A día de hoy sólo existe una: la puerta del Carmen.

En pleno 2019, hay murales, monumentos o nombres de calles que nos recuerdan la Puerta del Ángel (destruida durante Los Sitios), la Puerta de Valencia (situada al oeste de la muralla de La Magdalena), la Puerta Cinegia (en la actual plaza de España), la Puerta Quemada (al final de la calle Heroísmo), la Puerta del Duque de la Victoria (en la plaza de San Miguel), la Puerta del Sol (con numerosas marcas de bala de la guerra de la Independencia).

Junto a ellas, la Puerta de Sancho (no tenía mérito artístico), la Puerta de San Ildefonso (inaugurada cuando Alfonso I entró en la ciudad en 1118), la Puerta del Portillo (servía como puerta de comunicación con La Aljafería), la Puerta de Santa Engracia (que tuvo 3 ubicaciones distintas).