Los amantes de la escalada y de las emociones fuertes tienen una experiencia de altura que vivir en los Mallos de Riglos. De altura tanto por su originalidad como, literalmente, por su desarrollo. ‘Sueños verticales en el Reino de los Mallos’ es el nombre de esta aventura que consiste en pasar una noche en una hamaca instalada a cien metros de altura en una de las paredes de los mallos. 


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En 2018, la propuesta ganó el premio a la mejor experiencia turística de Aragón. Y no es para menos. Verticalia es la empresa de deportes de aventura que proporciona esta experiencia, única en el mundo. Para atreverse con ella, no solo no hay que tener miedo a las alturas, sino que conviene disfrutar de ellas. 

Aunque para subir a esta especie de hotel colgante haya que hacerlo escalando, no es necesaria la experiencia previa. Cualquiera puede vivir esta aventura, ya que la actividad incluye dos horas de entrenamiento inicial. 

La experiencia completa dura dos días y una noche y el punto de encuentro es el parque Arborismo Tirolinas, en Murillo de Gállego. Aquí, los profesionales de Verticalia ofrecen una breve sesión de aprendizaje. Durante esas dos horas, los aventureros podrán visualizar la roca, familiarizarse con el material y acostumbrarte a la altura.


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Tras esta primera toma de contacto, llega la hora de relajarse, comiendo un picnic también en un lugar privilegiado y con vistas a los Mallos de Riglos. Será la antesala del desafío ya que a media tarde comienza la escalada hacia la hamaca donde se pasará la noche.

Esta parte de la experiencia es la más exigente y tiene una duración de unas tres horas. La ascensión se produce escalando por el Mallo Colorado, aunque quienes lo prefieran podrán subir andando, por otro acceso.

Llegados al destino, contemplar el atardecer desde un lugar único será la recompensa para los escaladores. Además, no tendrán que preocuparse de la cena, ya que la experiencia la incluye.

La experiencia incluye escalada, cena y desayuno en las alturas. Verticalia

A la mañana siguiente, tras lo mucho o poco que se haya podido dormir colgando de una hamaca a cien metros de altura, el desayuno también se tomará allí. Después, con las pilas cargadas, comenzará el descenso, rapelando por la pared del mallo. 

Como broche final después de las emociones fuertes, la experiencia finaliza con una sesión de spa y masaje en un hotel cuatro estrellas de la zona. 

En la hamaca caben hasta cuatro personas y se necesita un mínimo de dos para poder realizar la experiencia. Los huéspedes deberán llevar parte del material, como pies de gato, saco de dormir acorde con la estación del año o ropa térmica. Por la condiciones climatológicas, la experiencia se ofrece hasta el mes de septiembre. 


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El precio por persona es de 575 euros y para reservar hay que ponerse en contacto con Verticalia (649 91 20 45 / info@verticalia.org). Con ‘Sueños verticales’, se pone al alcance de cualquiera la pernocta en una pared, una actividad hasta ahora restringida a unos pocos. Ahora que está disponible para todos, ¿quiénes se atreven con el reto?