Los Sitios de Zaragoza y la guerra de la Independencia dejaron una gran huella en la capital aragonesa. Entre la multitud de lugares que fueron escenario de esa contienda, destaca la arboleda de Macanaz, situada entre el puente de Santiago y el puente de Piedra. Pero, ¿qué se esconde bajo la arboleda del Macanaz? En este lugar, fueron enterrados en una fosa común, más de 10.000 personas, fallecidas durante el segundo Sitio.

Durante el segundo asedio, en 1809, el tifus y los combates contra los franceses acababan con la vida de cientos de zaragozanos cada día. Los cadáveres se apilaban en las calles sin enterrar y tras la capitulación de la ciudad, el 21 de febrero de 1809, los franceses mandaron trasladar los cuerpos en carros y enterrarlos, aprovechando el agujero de una antigua salitrería, en Macanaz. En concreto, parece ser que la fosa estaría ubicada bajo el aparcamiento descubierto que hay junto al parque de Macanaz.

Esta zona verde, encajonada entre el puente de Santiago y el de Piedra, no es como cualquier otra. Y es que, bajo la hierva y el asfalto del parque y el párking de Macanaz yacen los cuerpos de unas 10.000 personas que fueran enterradas en una gran fosa común durante y después de la guerra de la Independencia. Allí fueron a parar gran parte de los cadáveres de los heroicos zaragozanos que combatieron contra el ejército de Napoleón, pero hoy nada hace imaginar este hecho.

No obstante, el ayuntamiento está en vías de arreglarlo, puesto que ya ha encargado un monumento al escultor Jesús Gazol que se colocará en el parque y a la vista de todos.

Puede que con eso no sea suficiente para dignificar un parque que se sitúa a pocos minutos del corazón de Zaragoza y que siempre ha sido un rincón predilecto para el ocio de los zaragozanos. Allí, en esta arboleda, se celebró históricamente la Cincomarzada, fiesta popular ligada a la defensa de las libertades ciudadanas que recordaba la actuación de los zaragozanos en la gesta de 1838, y allí acudían muchos vecinos de la ciudad a refrescarse cuando el concepto de piscina siquiera existía.

La arboleda de Macanaz de Zaragoza en 1929. Al fondo el puente de Piedra / Gran Archivo Zaragoza Antigua

En el actual parque de Macanaz, sí que hay un cartel que informa y recuerda esta historia. La arboleda ha sido escenario de la vida de la ciudad a lo largo de la historia: celebraciones, pesca, baños, paseos en barca, deportes acuáticos y espacio de comunicación entre las dos orillas.

Aunque hoy nos parezca mentira, bañarse en el Ebro fue algo habitual en otro tiempo. En 1928 el ayuntamiento inauguró allí un edificio de madera de estilo veneciano que albergaba los famosos “Baños Públicos” de la ciudad, donde unas boyas colocadas en el río delimitaban la zona peligrosa. Al lugar acudían las familias y los jóvenes para bañarse. También existía una barca para salvamento, un puesto de refrescos y un guardia municipal encargado de “poner orden”. Junto a estos baños se encontraba el Centro Naturista Helios, constituido en 1925 y cuya sociedad defendía el vegetarianismo y el fomento de la cultura física e intelectual.

Aunque muchos zaragozanos desconocen este cementerio oculto, la Asociación de Los Sitos posee una fotografía en la que el propio Gómez Laguna aparece sosteniendo un cráneo procedente de esta fosa común.