¿Quién no ha admirado alguna vez las vidrieras del Café Levante mientras se tomaba una horchata o un pincho de tortilla de patatas en el Café Levante? Las vidrieras de este histórico local, seña ineludible del mismo, tienen sello aragonés. Al igual que las vidrieras de edificios tan icónicos como el palacio de Correos, el Casino Mercantil, el Ayuntamiento, el Pilar, La Seo o la Aljafería, las vidrieras han sido creadas o restauradas por Vidrieras de Arte  Cristalcolor.

Una empresa de Zaragoza fundada en 1939 que se ha convertido en todo un referente a nivel nacional dentro del sector y que sigue en activo en la actualidad gracias a la tercera generación de artesanos vidrieros, con Antonio Navarro al frente de una tradición y un saber transmitido de padres a hijos.

UN TALLER CON HISTORIA

Cristalcolor

Vidriera de Cruz Roja Zaragoza / Cristalcolor

A finales de los años 30, Leopoldo Navarro Oros y su primo Manuel Navarro López, fundaron en Zaragoza la empresa Arte Sacro Navarro, también conocida como Artes Decorativas Navarro o simplemente Navarro, germen de la actual empresa. Desde su creación, esta empresa se dedicó a la realización de trabajos relacionados con el arte religioso, como por ejemplo retablos con sus correspondientes tallas, pinturas, esculturas o restauraciones. En aquellos primeros momentos, el estudio taller se situaba en la calle Sepulcro, muy cerca de La Seo.

En 1948, conforme el taller fue creciendo, la empresa se trasladó al gran edificio taller-vivienda situada en la calle Almagro, donde estuvo hasta el año 2001. En la década de los años 50, a consecuencia del descenso de trabajos de arte religioso, el trabajo del taller se vio reducido casi en su totalidad a la creación de vidrieras artísticas, bajo la dirección de Leopoldo en solitario.

La empresa absorbió en aquel momento a otros talleres que trabajaban en Zaragoza, como los icónicos Talleres Quintana, a Vidrieras Aragonesas y a la sección de vidrieras de La Veneciana. Con esas adquisiciones, la empresa pasó a ser el único taller de vidrieras artísticas que había en la capital aragonesa, tomando el nombre de Vidrieras de Arte Cristacolor, que es el nombre que mantiene hoy día. y así paso a ser el único taller de vidrieras artísticas que había en Zaragoza.

En 2001, falleció Leopoldo, se procedió a la venta del edificio taller de la calle Almagro, y la empresa se trasladó a la calle Toledo, donde todavía continua en activo llevando su arte en la creación y restauración de vidrieras por toda España.

DEL CAFÉ LEVANTE A LA BASÍLICA DEL PILAR O LA LAJAFERÍA

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Cristaleras en el palacio de la Aljafería / Cristalcolor

Aunque una parte importante de los trabajos de esta empresa zaragozana se encuentran en la capital aragonesa, lo cierto es que las vidrieras que fabrican o rehabilitan pueden admirarse por toda España y en distintos lugares del mundo. Sus creaciones se caracterizan por la calidad y por una alta cualificación técnica, ya que trabajan con vidrios de la Casa Saint Gobain y grisallas de importación francesa.

Sus proyectos se pueden ver tanto en edificios religiosos como civiles, ya sean institucionales, o también en locales de restauración o en viviendas de particulares. Por poner unos ejemplos, desde Cristalcolor han restaurado los faroles del Rosario de Cristal, o las vidrieras del Ayuntamiento de Zaragoza, de la Diputación General de Aragón, de  la Diputación Provincial de Zaragoza, de la Editorial Luis Vives, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza o del Edificio de Correos de Zaragoza.

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Vidriera en el patio del palacio de Correos en Zaragoza / Cristalcolor

También han restaurado vidrieras en la Basílica del Pilar, de la Seo del Salvador, en la iglesia de San Pablo o en la Cartuja de Aula Dei. En el espectacular edificio del antiguo Casino Mercantil también restauró y creó nuevas vidrieras.

Fuera de Zaragoza, podemos encontrar vidrieras de esta empresa casi centenaria en lugares como el edificio Telefónica de Madrid, en catedrales como la del Burgo de Osma (Soria),  Santa María La Redonda de Logroño, en ayuntamientos como el de Tudela, Calahorra o Lérida, monasterios como el de Santa María de Huerta en Soria, la Casa Museo de San Ignacio de Loyola en Azpeitia, iglesias como la de de San Pedro y de Franciscanos en Madrid.

En el extranjero, esta empresa ha dejado su impronta en lugares como el Colegio Español de Roma, la iglesia de San Juan de Puerto Rico, o la catedral de Agoo en Filipinas. Y dentro del sector de la hostelería y el comercio, también podemos encontrar el trabajo artesano de esta empresa en lugares míticos como el Café Levante, el Pub el Sol, el Gran Café Zaragoza, Canterbury Tabern, La Republicana o el Área 103, además de las farmacias Paquita Ors en Zaragoza, Madrid y Valencia o el Mercado Central de Tortosa.