No hace tanto tiempo, nuestros antepasados tenían que vérselas para mantener el hielo o la nieve para su uso posterior. Y las neveras eran comunes en muchos pueblos. Pero no eran como las neveras que tenemos actualmente en nuestros hogares conectadas a la luz eléctrica; eran pozos que estaban recubiertos de ladrillo o de piedra sillar formando cúpulas con forma cónica, y en su interior, varios grados más bajos que en la superficie, se guardaba el hielo como oro en paño.

Estas neveras, o neveros, estuvieron en activo hasta el siglo XIX cuando fueron reemplazados por formas más modernas para conservar el hielo, y pueden verse en muchos pueblos de Aragón como parte del patrimonio preindustrial. Sistemas de conservación que sorprenden especialmente en estos tiempos en los que tiendas y supermercados han limitado la venta de hielo a causa de su escasez.

UNA RUTA DE HIELO CIRCULAR

Neveras Campo de Belchite

La nevera de Fuendetodos destaca por su altura / Comarca Campo de Belchite

Precisamente, en el Campo de Belchite, crearon el pasado verano la Ruta del Hielo; una ruta circular que recorre las seis neveras que pueden verse todavía en cinco pueblos de esta comarca zaragozana: Lécera, Belchite, Moyuela, Azuara y Fuendetodos. La ruta comienza en Belchite. Al sur del pueblo viejo destruido durante la Guerra Civil, hay una nevera situada en una terraza que asoma al río Aguasvivas.

Esta es una de las neveras más importantes por sus dimensiones, lo que nos indica la importancia que tuvo Belchite en el pasado. Además, cuenta con un vano que permite evacuar el agua procedente del deshielo directamente al río.  En Lécera se conservan hasta tres neveros, aunque la mejor conservada es la la nevera del Val. Situada al sur del casco urbano, este nevero tiene seis metros de profundidad y 4,5 diámetro de anchura.

Ruta del Hielo Campo de Belchite

La nevería de Moyuela fue restaurada por la asociación Arbir Malena / Comarca Campo de Belchite

En siglos pasados las nevadas eran algo habitual en la localidad de Moyuela.  Esta pequeña localidad situada a 700 de altitud conserva una nevería de cúpula cónica con un sistema de aproximación de hiladas en la que se guardaba el hielo entre capas de paja, ya que esta actuaba como aislante térmico. Esta nevera recibe el nombre de López Cameo en recuerdo de sus últimos dueños, quienes cedieron la construcción al ayuntamiento de Moyuela en el año 2000. Tras la cesión, desde la Asociación Cultural Arbir Malena llevaron a cabo una serie de actuaciones de rehabilitación del edificio entre los años 2002 y 2004.

Siguiendo la ruta hacia el norte nos encontramos con la nevera de Azuara, una construcción que es atípica ya que es más estrecha y profunda que otros neveros de la comarca. La bóveda de esta nevera está hecha mediante un encofrado con tablillas, una técnica que también se puede ver en otras construcciones tradicionales de la zona, como por ejemplo las bodegas y que permite utilizar bóvedas rebajadas salvando diámetros de 8 metros. Y tiene una cúpula cónica truncada, coronada por una abertura cenital.

Para acabar con la ruta, llegamos hasta la localidad natal del pintor Francisco de Goya: Fuendetodos. En esta localidad encontramos dos neveras. Junto a los restos del castillo medieval conocido de forma popular como Obra de los Moros está la nevera del Calvario. La segunda nevera, situada al sur del pueblo, es la de Culroya. Y es además de ser una de las más icónicas de todo Aragón, es la única nevera que se conserva íntegra entre las más de 20 con las que llegó a contar este pueblo zaragozano. Entre sus peculiaridades, la nevera de Fuendetodos destaca por tener una forma de huevo y por haber sido construida utilizando piedra caracoleña.