El Coso siempre ha sido una de las calles más importantes de la capital aragonesa. El Coso, o Cursum en latín, que circunvalaba la ciudad siguiendo el perímetro de la muralla romana. En el siglo XVI, la nobleza aragonesa más principal eligió esta vía para levantar sus espectaculares palacios para mostrar su poderío en la capital del reino.


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Varios siglos después, apenas quedan restos de aquellos palacios esplendorosos que mostraban la riqueza de la capital aragonesa. Pero el Coso todavía conserva parte de esa riqueza, especialmente en el tramo del Coso Alto, el tramo reformado, y en el que se acumulan palacios renacentistas mezclados con edificios del siglo XX que conforman una de las zonas más cosmopolitas de la capital. Distinta suerte tiene el Coso en su tramo entre Plaza de España y Espartero/San Miguel, justo antes de torcer hacia el Coso Bajo. Allí, además de una arquitectura con una estética bastante discutible que se mezcla con edificios como el Teatro Principal, el urbanismo de la propia calle ayuda bien poco a dignificar la vía, en claro contraste con el tramo que va desde Plaza de España hasta César Augusto.

EL COSO ENTRE PLAZA DE ESPAÑA Y CÉSAR AUGUSTO

Coso

El palacio de los Luna es una joya del Renacimiento aragonés / HA

Para muchos, este tramo del Coso es una de las vías más bonitas de la ciudad, gracias a la acumulación de edificios de distintas épocas. Además, desde las obras del tranvía, la calle luce un aspecto renovado a la que tan solo le falta algunos maceteros para dar un toque natural y de color a la calle. Si comenzamos a recorrer esta calle desde su confluencia con César Augusto y Conde de Aranda, el primer edificio que nos sorprende es el Palacio de los Luna o de los Condes de Morata.

Este palacio renacentista, actual sede del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, es uno de los grandes palacios que se levantaron en el Coso en el siglo XVI, y fue construido por orden de Pedro Martínez de Luna y Urrea, primer conde de Morata de Jalón y Virrey de Aragón. Para su construcción, se utilizaron sillares de la muralla romana, y en su fachada, destacan dos grandes esculturas de Hércules y Gerión, a los que popularmente se les conoce como los gigantes del Coso

En esa misma acera se levanta el edificio del Coso nº5,  un edificio de aires modernistas proyectado a principios del siglo XX por el arquitecto Julio Bravo para José Alfonso, y que destaca por sus miradores acristalados. En sus amplios locales, todavía permanece abierto de los comercios con más solera de la ciudad, Drogas Alfonso.

El imponente edificio La Adriática / Cedida

Un poco más adelante, y junto a la iglesia de La Mantería, se levanta uno de los edificios más espectaculares de la ciudad: el edificio de la Adriática.

Este edificio fue proyectado en 1948 por los arquitectos Joaquín Muro Antón y Trinidad Solesio González para la italiana Compañía Adriática de Seguros, y fue considerado el primer rascacielos que se levantó en la capital aragonesa.

En el número 42, como telón de fondo de la calle Alfonso, se levanta la antigua sede del Banco de Aragón. Un edificio de aires franceses que fue proyectado en 1913 por el arquitecto de origen cubano afincado en Asturias Manuel del Busto Delgado.

Inaugurado en 1917, y destaca por su elegancia, y por los dos atlantes que guardan la puerta principal.

Justo al lado, en los números 36-40 y esquina con la calle Teniente Coronel Valenzuela, se decidió en 1943 construir una nueva sede del Banco de Aragón. Un edificio monumental proyectado por el arquitecto madrileño Julián Laguna Serrano, en el que destacan las columnas de su imponente fachada, o el torreón con reloj culminado con un templete.

El antiguo Banco de Aragón en el coso 42 / Cedida

En este tramo del Coso también destacan dos hoteles. El primero, el Hotel Oriente, situado en el nº 11 de esta vía,  se construyó al albor de la Exposición Hispano Francesa de 1908, aunque la fachada que podemos contemplar hoy se produjo en 1924 de la mano de la reforma proyectada por Pascual Bravo Sanfeliu. En su interior, además del hotel, abre sus puertas el restaurante Absinthium. Un poco más adelante, nos encontramos con el hotel Alfonso, un hotel del Grupo Palafox que fue reformado por los arquitectos Pemán y Franco, y que fue decorado por el interiorista Pascua Ortega. Enfrente, haciendo esquina con la calle Alfonso, destaca la Casa Molins, un edificio en estilo modernista que fue levantado en 1869, fue renovado completamente en 1902 por Fernando de Yarza, y en el que destaca la preciosa rejería de Pascual González.

Coso Zaragoza

Casa Molins, un bello ejemplo del modernismo zaragozano / HA

En este tramo del Coso, destacan dos edificios más. Por un lado, el Palacio de Sástago, construido en 1570 por don Artal de Alagón, Conde de Sástago y Virrey de Aragón. Y por otro, el Casino Mercantil. Un edificio que fue construido a principios del siglo XX por el arquitecto Francisco Albiñana y que llama la atención por su decoración vegetal, los balcones y cristaleras que conforman la fachada, sin olvidar sus ricos salones interiores.

El renacentista Palacio de Sástago, testigo de la época de mayor esplendor de Zaragoza / HA

El llamativo Casino Mercantil de Zaragoza / HA

EL COSO ENTRE PLAZA DE ESPAÑA Y LA CALLE ESPARTERO

Coso

Este tramo del Coso es un caos urbanístico / HA

Desde Plaza de España, la situación urbanística del Coso Alto cambia por completo. Además de su aspecto anticuado, y pese a que hay edificios importantes como el Teatro Principal o varios hoteles, el urbanismo de esta zona no se ha reformado. A esa imagen anticuada, se le suman la falta de planificación urbana que ha ido añadiendo elementos sin orden ni concierto, como el carril bici, o la alargada fila para para estacionar motos que ocupa buena parte de esta vía, ofreciendo una imagen poco estética. También destaca la falta de arbolado o de elementos vegetales, y la estrechez de las aceras en algunos tramos, como en la zona del edificio del Coso 87.

En lo que respecta a los edificios, destacan edificios como el  Teatro Principal, inaugurado en este emplazamiento en 1799 tras el incendio que provocó en 1778 la destrucción del anterior coliseo de Comedias que estuvo en el solar del actual Banco de España. Enfrente del Principal, en el número 59, se levanta un edificio construido por Teodoro Ríos Balaguer en 1940 para ser la sede del Banco Aragonés de Crédito. El edificio, de carácter historicista, destaca por sus balaustradas, hornacinas, jarrones, o por el chaflán curvo rematado por el escudo de Aragón.

Coso

El Hotel Silken, con la larga hilera de motos aparcadas enfrente / HA

En la acera de enfrente, destacan dos hoteles. El primero, el Hotel Silken Reino de Aragón, se sitúa en el Coso 80. Y fue proyectado por José Manuel Pérez Latorre en 1998. Su fachada llama la atención por las pilastras que recorren el edificio en altura, por el color y la textura de la piedra, y por el remate de la propia fachada.

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La Casa del Labrador acoge el Hotel Zentro/ HA

En el numero 86, se encuentra el Hotel Vincci Zaragoza Zentro. Un hotel que abre en uno de los edificios más interesantes de la zona. Construido en 1927 por Francisco Albiñana Corralé, es conocido como la ‘Casa del Labrador’ ya que fue encargado por la Asociación de Labradores (y de hecho, el edificio iba a a ser rematado por la escultura de un labrador, aunque nunca fue instalado).


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Para acabar con este recorrido (dejamos el Coso Bajo hasta el Ebro para otra ocasión), en el número 97 del Coso hay otro edificio que llama la atención: un edificio de viviendas proyectado por Teodoro Ríos Balaguer en 1915 en el que destaca la fachada de ladrillo rojo, la rejería o los preciosos motivos cerámicos que lo adornan.