Situado a los pies del monasterio de San Juan de la Peña y en pleno Camino de Santiago se sitúa Santa Cruz de la Serós. Un coqueto pueblo de arquitectura pirenaica que esconde dos joyas románicas que merece la pena conocer: la iglesia de Santa María y la ermita de San Caprasio.
Hoy, este precioso pueblo que nos pide perdernos por sus calles y disfrutar de sus edificios de piedra, tejados de losa y chimeneas troncocónicas, es un lugar tranquilo y apartado. Pero hace varios siglos, allá por el siglo XI, tuvo el más importante monasterio de monjas de todo el Reino de Aragón. Era el monasterio de las Sorores de Santa Cruz.
EL MONASTERIO FEMENINO MÁS IMPORTANTE DEL REINO DE ARAGÓN
Este cenobio femenino gozaba de la protección de la monarquía aragonesa, por lo que entre sus muros profesaron su fe mujeres pertenecientes a la familia real y a la nobleza. Estas familias prominentes del reino dotaron al monasterio de dotes y bienes.
Como no podía ser de otra manera, las abadesas de este monasterio eran de elevada cuna. Y tenían gran poder e influencia en el reino, ya que alcanzaron un importante patrimonio que se extendió por tierras aragonesas y navarras. Aresa, Urraca y Sancha, hijas del rey Ramiro I, fueron algunas de sus célebres moradoras.
Aunque su época de esplendor fueron los siglos XI y XII, el poder del monasterio sobrevivió con altibajos hasta el siglo XVI, cuando las monjas se trasladaron hasta la cercana Jaca, primera capital del Reino de Aragón. La mudanza se produjo tras el Concilio de Trento (1543-1563), cuando se obligó a las comunidades religiosas femeninas situadas en el medio rural a trasladarse a las ciudades.
Tras el traslado, el pueblo siguió llamándose de Santa Cruz, topónimo al que se le añadió, para diferenciarlo de otras localidades con el mismo nombre, de la Serós, una contracción de la antigua denominación ‘De las sorores’, (hermanas).
LA IGLESIA DE SANTA MARÍA
La iglesia románica es el único resto del monasterio / Ayto. Sta. Cruz de la Serós
Con la salida de la comunidad benedictina, el monasterio cayó pronto en la ruina. Tan solo se salvaron la torre y el excepcional templo románico que todavía podemos ver, reconvertido en iglesia parroquial bajo la advocación de Santa María. El edificio tiene una sola nava, cubierta con bóveda de cañón articulada mediante arcos fajones. A ambos lados del presbiterio se abren dos capillas cubiertas con bóveda de crucería de las que surgen dos pequeños ábsides que confieren a la planta del edificio una apariencia de cruz latina.
LA ERMITA DE SAN CAPRASIO
San Caprasio es una ermita de románica lombardo / Ayto. Sta. Cruz de la Serós
Además de la iglesia de Santa María, Santa Cruz de la Serós tiene otra pequeña joya: la ermita de San Caprasio. Construida en el siglo XI y situada a la entrada del pueblo, San Caprasio es un bello ejemplo de románico lombardo, quizás uno de los más interesantes de todo el Pirineo.
Tanto el interior como el exterior del templo presenta la austeridad característica del estilo románico lombardo. En el siglo XII se construyó un sencillo campanario de planta cuadrada con una pequeña ventana de doble arco sobre parteluz.
DÓNDE COMER Y DÓNDE ALOJARSE EN SANTA CRUZ DE LA SERÓS
Este hotel cuenta con unas vistas espectaculares / El Mirador de los Pirineos
Si te has decidido a visitar esta localidad, disfrutar de su patrimonio arquitectónico y natural (hay bastantes rutas para hacer en el entorno del pueblo), o para conocer San Juan de la Peña, tienes varias opciones para alojarte. La primera de ellas es El Mirador de los Pirineos (c/ Ordana 8, tfno 636 431 185). Un encantador hotel rural regentado por Ángela y Alberto que tiene piscina en el jardín y desde el que se puede disfrutar de unas vistas únicas del pueblo y de la cordillera pirenaica.
Si prefieres alojarte en una casa rural, hay opciones como Casa Senera (c/ Baja 1, tfno 620 239 115), o Casa Barangua (c/ Fuente 13, tfno 606 349 420), una casa rural con un amplio jardín y vistas a San Juan de la Peña y a la iglesia de Santa María.
Otra opción para alojarse (y para comer) es la Hostelería Santa Cruz (c/ Ordana s/n, tfno 974 36 19 75). Es un pequeño hostal de trato familiar que tiene un restaurante de cocina tradicional en el que es imprescindible probar las migas, los boliches, o las carnes a la brasa.
En Espantabrujas (c/ Barrio Bajo 25, tfno 655 644 381) también podrás alojarte, y por supuesto, comer. En su restaurante, las especialidades son las migas de pastor, los asados al horno de leña y las pizzas estiradas a mano. Para comer, otra dirección a tener en cuenta es O Fogaril (c/ plaza 2, tfno 631 087 658). Migas de pastor, carnes a la brasa o tostadas de pan de hogaza son algunas de las propuestas de este restaurante.