Una ciudad como Zaragoza, con más de 2.000 años de historia, tiene escondidos en su subsuelo tesoros que aparecen cuando menos te lo esperas. Eso es lo que sucedió en 1972 cuando de forma fortuita y ante la falta de fuentes escritas, se descubrió uno de los edificios más espectaculares de la antigua Caesaraugusta: el Teatro Romano. Desde ese momento, comenzó un largo periodo de excavaciones e investigaciones para saber más de la historia de este viejo edificio, en torno al cual giró el ocio de los zaragozanos de los primeros siglos de nuestra era. Investigaciones que nos ha permitido saber que el Teatro de Caesaragusta, era el teatro de mayores dimensiones de la provincia Tarraconense, y el tercero más grande de toda Hispania.

CONSTRUIDO EN EL SIGLO I

Teatro Romano de Zaragoza

El Teatro de Zaragoza podía albergar a 6.000 espectadores / Turismo de Aragón

Sin duda, el Teatro Romano era uno de los edificios más espectaculares de la Caesaraugusta romana, una ciudad que se encontraba entre las más prósperas de Hispania, y que llegó a contar con más de 20.000 habitantes. El teatro, construido en el siglo I d.C., podía albergar a unos 6.000 espectadores, y eso ya nos da una imagen aproximada de la importancia que tenía en el día a día de los zaragozanos de la época. La construcción del teatro comenzó en la época del emperador Tiberio, siguiendo el modelo del Teatro Marcelo de Roma, y las obras se prolongaron hasta el gobierno de Claudio. El edificio se levantó en un solar llano, siguiendo la costumbre romana (los griegos aprovechaban laderas para edificar sus teatros).

El edificio tenía una estructura de anillos concéntricos y muros radiales entre ellos, sobre los que se situaban la cavea, las gradas recubiertas de losas de mármol. Al fondo, se situaba la orchestra, o escenario, también recubierta de losas de este material. La fachada exterior, de tres pisos y 22 metros de altura, fue construida con el sistema opus quadratum, un sistema constructivo romano que ponía sillares de piedra del mismo tamaño en hiladas, muchas veces sin utilizar mortero.

Una maqueta del Teatro Romano de Caesaragusta / AZ

El Teatro Romano estuvo activo hasta el siglo III. En aquel momento, este edificio que articuló buena parte de la vida social y cultural de la ciudad, comenzó a decaer. Y sus piedras sirvieron para recrecer las murallas y otros edificios de la época. Con el tiempo, los cimientos de hormigón del teatro fueron cubiertos por otras edificaciones levantadas sobre él. Y así permanecieron, olvidadas por el tiempo, hasta que fueron descubiertas a principios de los años 70.

EL MUSEO DEL TEATRO ROMANO

El interior del Teatro Romano se puede recorrer / AZ

Por suerte, y tras varias décadas de trabajos, el Ayuntamiento de Zaragoza apostó por musealizar el conjunto, cubriendo los restos con una estructura para evitar su deterioro a causa de las inclemencias meteorológicas, a la par que se construía un museo que pusiera en contexto las ruinas que se habían conservado, y que forma parte de la Ruta Romana de Caesaraugusta. El nuevo museo, que abrió sus puertas el 9 de mayo de 2003, permite contemplar varias maquetas para hacernos a la idea sobre cómo era este edificio cuando fue construido, además de exponer distintos elementos arquitectónicos y decorativos que fueron encontrados en las sucesivas campañas de excavación del teatro, y dar a conocer aspectos cotidianos que marcaban la vida en este edificio.

En el museo también se dedican espacios al barrio en el que se ubica el teatro, desde la época romana, a la necrópolis mozárabe, al barrio musulmán, la aljama judía, los palacios renacentistas que se levantaron en la zona (entre ellos, el de Gabriel Zaporta, famoso por el Patio de la Infanta, y la casa del que fue Justicia de Aragón, Juan del Pueyo, y en la que se ubica el actual museo, aunque la fachada que se conserva es de 1868), o los acontecimientos históricos acaecidos hasta la actualidad en esta zona, que curiosamente, veinte siglos después, también alberga el escenario más importante de la ciudad, el Teatro Principal.