La localidad zaragozana de Orés se prepara para pasar de sus 60 habitantes habituales a unos 2.000. Y todo esto tiene un culpable: la magia.

Con motivo de la IX edición de Orés Mágico, también conocido como Festival de Magia de las Cinco Villas, donde se darán cita este 2 de junio algunos de los magos de mayor renombre del panorama nacional.


Publicidad


El cabeza de cartel en esta edición, que repite, es el catalán Mag Lari, popularizado gracias a su participación como jurado en el concurso de talentos «Pura magia», en TVE.

La programación comenzará a mediodía con la inauguración oficial y el espectáculo «Instantes Mágicos», a cargo de Javi el Mago.

A continuación, tendrá lugar una paellada popular y el siguiente gran acto será a las 17 horas con Ernesto y Pico, concursante de Got Talent que trae magia para toda la familia, como la gran mayoría.

El segundo gran espectáculo tendrá lugar en el frontón del pueblo a las 18.30 y vendrá de la mano del zaragozano Carlos Sicilia, con un escenario portátil desde el que interactuará bastante con los niños.

A las 19.45 actuará el oscense Civi-Civiac, que también repite en el festival y atesora varios premios internacionales.


Publicidad


Asimismo, en cuatro salas distintas de la localidad se llevarán a cabo los espectáculos «Magia de cerca», con Deive, Oihan, Juan y Pablo, con propuestas variadas: desde el mentalismo, hasta los elementos del público, pasando por juegos de cartomancia y monedas.

El presupuesto del festival es de 18.000 euros, la mayoría para pagar el caché de los magos, y cuenta con la colaboración de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), la Comarca de las Cinco Villas y diversas empresas privadas del pueblo, de la zona, de la capital y hasta de Barcelona.

Orés, un pueblo más «tocado por la despoblación», «quiere ponerse en el mapa» y lo hace a través de este gran evento para que también sea dinamizador de la comarca, ha añadido.


Publicidad


Sin embargo, ha resaltado que, pese al daño que hace la despoblación, de los 60 habitantes que residen habitualmente en el pueblo, 13 ó 14 son niños, lo que les da una actividad social que les permite ser «esperanzadores».

Para la décima edición, en un año, tienen intención de preparar algo grande, pero de momento esta semana tendrán que mirar al cielo para que las lluvias que han azotado a la zona desde hace varios días y que van a continuar, según las previsiones, no desluzcan la mayoría de los espectáculos, pensados para el aire libre