La villa de Ainsa está en todos los rankings de los pueblos más bonitos de España gracias a su patrimonio histórico artístico y al increíble entorno natural que la rodea. Porque a esta pequeña villa medieval del Pirineo no le falta de nada: tiene castillo, un casco urbano de ensueño, una plaza mayor porticada preciosa, restaurantes en los que comer de fábula, un festival musical con grupos muy famosos a nivel nacional con 33 ediciones, un origen de leyenda ligado al viejo reino del Sobrarbe, sin olvidarse de  ríos Ara y Cinca o de la cercanía del Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido.

Si con estos atractivos te hemos convencido, te invitamos a pasar 48 horas para conocer esta villa de la comarca del Sobrarbe y su entorno más próximo, conociendo los secretos y las propuestas culturales, históricas y gastronómicas que ofrece.

QUÉ VER EN AINSA

Ainsa

La Peña Montañesa domina el paisaje / HA

Sin duda, nuestro primer consejo si vas a Ainsa es perderse por sus calles empedradas disfrutando de la arquitectura pirenaica de su casco antiguo que tanto encanto le da a esta localidad amurallada. Para empezar el recorrido, nada mejor que hacerlo en la plaza Mayor. Una plaza porticada  construida en los siglos XII y XIII en la que está el Ayuntamiento, o distintas casas solariegas del siglo XVI, y que está repleta de bares, restaurantes y tiendas por las que merece la pena darse un garbeo. Sentarse en una terraza a tomarse una caña o un vino mientras disfrutas de este ambiente medieval también es imprescindible.

A un lado de la plaza, mirando hacia el oeste y en la parte más alta de la localidad, nos encontramos con el castillo de Ainsa. Esta fortaleza se levantó en el siglo XI, aunque fue reformado y ampliado en el siglo XVII. En la explanada interior de este castillo, se celebran conciertos, o el Festival de Música Castillo de Ainsa. Como consejo, subiendo a la muralla que mira hacia la plaza de Ainsa, la vista (y la fotografía) sobre esta plaza y el pueblo, es única. En el castillo también puedes visitar el el Eco-museo, el Centro de Interpretación del Geoparque de Sobrarbe, y la oficina de turismo.

Ainsa

El castillo de Ainsa es un buen punto de partida para visitar Ainsa / HA

Al otro lado de la plaza se encuentra el casco urbano. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965, el casco desciende desde la plaza Mayor articulado por dos calles paralelas, la calle Mayor y la calle de Santa Cruz. Precisamente, junto a la plaza, se levanta imponente la iglesia de Santa María. Un templo románico levantado en el siglo XII que cuenta con un claustro en el que se respira una paz única trasladándonos a tiempos pasados, y que se puede visitar de forma gratuita. La torre de la iglesia, construida en el siglo XI, tiene un aspecto sólido y defensivo, ya que compartía una función religioso-militar.

Si te gusta la etnología, en Casa Latorre se sitúa el Museo de Oficios y Artes Tradicionales. En este museo del casco antiguo encontrarás una de las colecciones etnográficas más interesantes de todo el Pirineo, con una amplia selección de objetos de artes y oficios tradicionales.

QUÉ VER EN LOS ALREDEDORES DE AINSA

Qué ver en Ainsa

En San Victorián están enterrados los reyes del Sobrarbe / GA

El entorno de Ainsa es tan rico que es imposible verlo todo en tan solo 48 horas. Aún así, puedes visitar Boltaña. Un precioso pueblo que está situado a menos de 10 minutos de Ainsa y que cuenta con un amplio casco antiguo medieval. Allí, además de perderte por las calle del pueblo disfrutando de las casonas con sus blasones, hay que visitar el castillo medieval con su mirador, las Casas Don Jorge y Carruesco (siglo XVI).

Tampoco puedes perderte por el Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido haciendo una caminata por sus principales senderos y rutas o visitar la Colegiata de San Pedro (uno de los templos de mayor tamaño del Pirineo Aragonés), o la Ermita de Santa Lucía. No te olvides de observar las chimeneas tradicionales de la zona, con sus espantabrujas. Y si vas en verano, no dejes de darte un baño en la Gorga de Boltaña, situada en el río Ara.

A 10 minutos de Ainsa también encontramos el Pueyo de Araguas. Un pueblo de montaña con un casco urbano medieval de casas de piedra que se sitúa a los pies de la Peña Montañesa en cuyas cercanías se encuentra el Monasterio de San Victorián. Este monasterio, clave en la historia del Reino de Aragón, es panteón real, ya que allí se enterraron los reyes del Sobrarbe.

QUÉ Y DÓNDE COMER EN AINSA

Dónde comer en Ainsa

El producto local es la base de la cocina de este restaurante / Callizo

Ainsa, o L’Ainsa en aragonés, tiene una amplia oferta gastronómica basada en la cocina pirenaica, en los que destaca por supuesto la carne (con el solomillo de vaca, el cordero como máximos exponentes), además de otras recetas tradicionales como las migas, los guisos y pucheros, las chiretas (elaboradas con tripa de cordero, que se rellenan de arroz y carnes) o los caracoles.

Visita imprescindible es el restaurante Callizo. Situado en una vieja casona de piedra de la plaza Mayor, este restaurante con estrella Michelin y Sol Repsol tiene dos menús degustación que son pura maravilla, haciendo gala de lo que ellos llaman  «cocina tecno-emocional de montaña», elaborada con producto local del Pirineo.

También hay que visitar  el Bodegón de Mallacán (plaza Mayor, 6), un restaurante situado en una casona de los siglos XI-XII en la plaza Mayor que presenta una cocina pirenaica elaborada con productos locales y en el que es recomendable el asado de ternasco. Si quieres comer de tapas, nada mejor que dejarse caer por La Carrasca (plaza Mayor, 18). Otras direcciones interesantes son Casa Alfonso (calle Mayor 17),  o Casa Falceto (Carretera del mesón, 18, Coscojuela de Sobrarbe).