El puente de América sobre el Canal Imperial, la cárcel, la plaza de las Canteras y el cementerio son algunos de los lugares de referencia de Torrero, el barrio de Zaragoza que engloba otras tres zonas: La Paz, Venecia y San Antonio. Su extensión queda perfectamente delimitada por el corte del agua arriba del paseo de Cuéllar, donde empieza este distrito situado en un pequeño montículo al sur de la ciudad, ligeramente elevado sobre el resto.

La mayor obra civil del siglo XIX, el Canal Imperial, marcó el futuro de Torrero ya que, gracias a ello y también a la construcción allí del cementerio municipal, mucha población se asentó en el barrio. El citado puente lo separa del centro de la ciudad, a apenas unos minutos a pie según la zona donde se viva. Al mismo tiempo, el área cuenta con una de las zonas verdes más grandes de Zaragoza, los Pinares de Venecia.

Hasta aquí son cosas más o menos conocidas por todos pero rebuscando en el pasado, la historia de Torrero esconde otras curiosidades. Empezando por el nombre y el origen del barrio, cuestiones sobre las que siempre ha sobrevolado un ligero conflicto. Hay quienes establecen que se denomina así porque por allí pasaban los caminos que llevaban a las numerosas torres (pequeñas casas en fincas agrarias) que había en la zona.

Pero parece que la teoría que tiene más peso no es esa, sino la de que fue la familia Torrero, procedente de la villa de Luna, en las Cinco Villas, quien dio nombre al barrio. El clan residió en Zaragoza desde el siglo XV y se dedicó al mecenazgo, financiando la rehabilitación y la construcción de importantes edificios de la ciudad. 

Por su situación elevada, el territorio que hoy ocupa Torrero fue ejemplo de resistencia al ejército napoleónico durante la Guerra de la Independencia. Poco antes, las aguas del Canal Imperial de Aragón llegaban a Zaragoza, marcando la identidad de este barrio. Aquí está el origen, además, del actual nombre de Puerto Venecia, como se conocía a la zona entre la burguesía del siglo XX. Esto se debe a que, durante los primeros años, el canal era navegable y, para esta clase social, dar paseos en barca recordaba a la ciudad italiana. Resulta que Zaragoza también tuvo su propio ‘little Venice’.

Si la llegada del canal marcó un antes y un después en el desarrollo de Torrero, no fue para menos la construcción del cementerio. Fue en 1834 y propició que más personas fueran a vivir al barrio para ocuparse tanto de labores agrícolas como de las actividades derivadas del camposanto. En 2019, fue galardonado con el Gran Premio del Jurado de la revista ‘Adiós Cultural’, que reconoce cementerios de toda España. 

A principios del siglo XX la actividad de los vecinos de Torrero cambió y buena parte de la riqueza económica de la zona se debía al trabajo en las canteras de yeso. En honor a este episodio del pasado, el centro neurálgico de la vida social del barrio lleva el nombre de plaza de Las Canteras. Por estas fechas llega otro de los grandes hitos del barrio, la construcción de la cárcel provincial (1928). La instalación cobró más importancia durante la Guerra Civil Española, cuando se produjeron en ella los conocidos como Fusilamientos de Torrero. Con el Franquismo, Torrero fue lugar de acogida de los numerosos habitantes que llegaban a la ciudad desde el medio rural aragonés, suponiendo un boom poblacional: en 30 años Torrero pasó de tener 1.200 a 12.000 viviendas. 

Con tal volumen de población, pronto nació el anexo barrio de La Paz, habitado en sus comienzos por muchos andaluces y, más recientemente, Parque Venecia, ambos incluidos en el distrito de TorreroDesde entonces, el barrio ha sufrido algunos cambios, muchos de ellos a mejor, como las conexiones con el centro de la ciudad y con las salidas o los servicios. Detrás de este desarrollo están las asociaciones tanto de vecinos como culturales que, para las dimensiones y población que tiene este barrio, son numerosas y luchadoras. Las últimas reivindicaciones han estado relacionadas con el medio ambiente, primero con la demanda de mejoras en la ribera del canal y, hace varios meses, contra dos proyectos fotovoltaicos y eólicos previstos para construir en los Montes de Torrero.