Los peregrinos que atravesaban Francia rumbo a Santiago de Compostela debían salvar la barrera que suponía los Pirineos, haciéndolo principalmente por los puertos de Somport y Roncesvalles, aunque algunos utilizaban otras vías. Uno de los caminos alternativos llevaba a los peregrinos desde Saint Bertrand de Comminges, siguiendo el curso del río Garona, hasta llegar a los Pirineos. Tras atravesar esta cordillera, desde el Valle de Arán seguían el camino hasta Berbegal, donde enlazaban con el Camino de Santiago catalán.

La idea de retomar este camino olvidado por los peregrinos, pero que ha seguido manteniendo la conexión entre territorios vecinos, es «una oportunidad de desarrollo turístico y social para territorios preocupados por la despoblación y falta de oportunidades». Así lo explica el presidente de la Comisión Informativa de Desarrollo y Sostenibilidad de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), Roque Vicente, en la presentación de la marca turística Camino de Santiago Arán-Pirineos, sumándose a otras administraciones altoaragoneses, francesas y catalanas.

Esas preocupaciones comunes y el interés por ofrecer alternativas de progreso han llevado a la Diputación Provincial de Huesca y a los ayuntamientos de las comarcas de La Ribagorza y el Somontano que atraviesan el recorrido a unir esfuerzos con la Communauté de Communes Pyrénées Haut Garonnaises, el Conselh de Val d’Aran y la Comarca de la Alta Ribagorça.

UN CAMINO OLVIDADO

Durante los últimos meses se ha llevado a cabo la señalización del recorrido, labores en las que han participado la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Aragón y la Asociación Oscense de Amigos del Camino de Santiago. Además, se ha desarrollado una página web propia (caminodesantiagoaranpirineos.com) que facilita al viajero tanto la información del recorrido como los servicios disponibles a lo largo del mismo.

La creación de esta nueva marca turística ha implicado así mismo el diseño de un logotipo, que se ubica en las placas que lucen los establecimientos adheridos, en la credencial de los peregrinos y en los sellos para los alojamientos.

En su inicio, partiendo de Saint Bertrand de Comminges, la discurre paralela al río Garona, la ruta atraviesa el Valle de Arán, pasando por las localidades de Les, Bossòst y Vielha. Después, habiendo superado los Pirineos por el puerto de Vielha, avanza por el valle de Barrabés, ya en la Alta Ribagorça, hasta Vilaller. A continuación sube Montanuy y Bonansa, y progresa por el valle del Isábena hasta Graus. Después de Torreciudad y Barbastro, llega a la localidad de Berbegal, donde enlaza con el ramal catalán del Camino de Santiago que viene de Montserrat.

El itinerario está totalmente señalizado con las marcas los senderos de Gran Recorrido (GR-211 y sus variantes en el Valle de Aran, y GR-17 en los tramos de la Alta Ribagorça catalana y Huesca).

El camino entre Saint Bertrand de Comminges y Berbegal consta de 14 etapas que suman 246,50 kilómetros de recorrido cargados de historia. Se visitan joyas del patrimonio como la catedral de Saint Bertrand, la iglesia románica de Bossòst, el núcleo antiguo de Vilaller, el conjunto monumental de Roda de Isábena o el monasterio románico de Obarra, junto con los cursos fluviales del Garona, Noguera Ribagorzana y Isábena; sin olvidar los paisajes de los valles de Aran, Barravés y Isábena, entre muchos otros atractivos que sorprenderán al visitante.