Zaragoza tiene poco que envidiar a la inmensidad de la provincia de Huesca o a la autenticidad de cada rincón de Teruel. La comunidad aragonesa tiene mil y un planes que merecen la pena en cada momento del año.


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Una naturaleza única en España, pueblos con encanto histórico o lugares abandonados que podrían ser escenario de películas. Zaragoza tiene una oferta infinita para todo tipo de perfiles.

Estos son los 5 lugares más increíbles que debes visitar en la provincia de Zaragoza.
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1. EL MONASTERIO DE PIEDRA

Un lugar para maravillarte con la naturaleza / Monasterio de Piedra

Es un lugar que encierra una de las historias más dulces que pocos conocen al tiempo que disfrutas de un paraje tan inmenso por la naturaleza que te permitirá olvidarte del ruido de la ciudad durante horas.

Curiosamente, todo empieza en Cristobal Colón y termina en la primera taza de chocolate. La llegada del cacao desde el ‘Nuevo Mundo’ en Europa logró que recalara en el viejo Monasterio de Piedra gracias a Hernán Cortés. Fray Jerónimo de Aguilar envió el cacao al Monasterio de Piedra de Nuévalos para realizar la primera taza de chocolate de la historia. De esta manera, los monjes los primeros en probar este manjar.

Y todo esto en un paraje natural inmenso. Las dos zonas del Monasterio de Piedra, tanto el propio monasterio del siglo XIII como el parque donde disfrutar hasta de cascadas.

Algunos de los lugares más increíbles que ver en el parque del Monasterio de Piedra son el Baño de Diana, la Cascada La Caprichosa, la Gruta y Cascada Iris, la Cola de Caballo, la Peña del Diablo y el Lago del Espejo.

Dentro del Monasterio de Piedra podrás encontrar un hotel (Hotel Monasterio De Piedra) y 2 restaurantes (Restaurante reyes de Aragón y Restaurante Piedra Vieja). Otras opciones donde alojarse son Nuévalos, a tan solo 5 minutos, o Calatayud, a media hora en coche.


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El precio de la entrada es de 14,40 euros para adultos (12 – 64 años) o de 9,90 euros para niños y senior (4 – 11 años/+65 años). También existe una entrada especial parque + spa (circuito hidrotermal de 60 a 70 minutos) por 34 euros. Podéis comprar las entradas online, aquí.

2. SOS DEL REY CATÓLICO

¿Quién no quiere conocer un pueblo medieval donde los años no lo han modificado? / HOY ARAGÓN

El pueblo más bonito de toda la provincia de Zaragoza y quizá el mejor ejemplo de cómo urbanizar y embellecer una colina. Su arquitectura civil y religiosa es digna de visita para no perderse nada que este rincón ofrece. Su imponente castillo, los vestigios medievales como la judería, el soportal del mercado o las numerosas murallas y puertas que aún se conservan en pie son el aperitivo.

La Cripta del Perdón con sus pinturas murales góticas, el Palacio de Sada (donde nació el Rey Fernando el Católico) o incluso el escenario de una de las películas más icónicas del cine español. Luis García Berlanga rodó parte de ‘La vaquilla’ en 1985.

No olvides visitar el  de un estilo aragonés tan característico. Un palacio rehabilitado para hospedar a los turistas que te dejará sin palabras transportándote al medievo en la sociedad aristocrática. 

3. EL VIEJO PUEBLO DE BELCHITE

No hay nada más intrigante que un pueblo abandonado tras ser sacudido por bombas, disparos y decenas de persecuciones / HOY ARAGÓN

Es el mejor lugar para conocer la cruel Guerra Civil que asoló a España hace casi 100 años. El pueblo viejo de Belchite permanece inalterable tras el paso de los años con los mismos edificios sacudidos por el vendaval de fuego, disparos y bombas.

Ubicado a 50 kilómetros al sur de Zaragoza, es un lugar indispensable que te generará un sentimiento de escalofrío, curiosidad y abandono como ningún otro. El pueblo quedó totalmente destruido durante la Batalla de Belchite.

En vez de reconstruir el pueblo, al termino de la Guerra Civil, se construyó el pueblo nuevo en las inmediaciones, dejando los restos de éste abandonados.


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Las visitas a Belchite son guiadas y cuestan 6€ (visita diurna), 10€ (visita nocturna) o 12€ (combinación de visita diurna y nocturna).

4. DAROCA

Uno de los conjuntos monumentales más consolidados de España para atraparte en cada calle medieval / HOY ARAGÓN

Es uno de los grandes atractivos de la provincia de Zaragoza por tener uno de los mejores conjuntos monumentales de Aragón dentro de un recinto fortificado delimitado por más de 4 kilómetros de muralla

De entre las numerosas iglesias que tiene Daroca hay algunas que no puedes perderte como la de Santo Domingo, cuya torre está considerada como uno de los mejores ejemplos del arte mudéjar aragonés.

La Puerta Baja, junto con la Fuente de los Veinte Caños, son seguramente el conjunto monumental más significativo del municipio. Casonas señoriales, el Museo del Santísimo Misterio y el Museo de la Pastelería Manuel Segura son la guinda perfecta a una visita que te dejará con ganas de más.

Lo que se puede completar con su gastronomía. Daroca nos ofrece platos tan exquisitos como las ‘judías con oreja’, las judías verdes o las borrajas. En cuanto a las carnes, hay que probar su famoso ternasco o el bacalao preparado de varias formas que hará las delicias de los paladares más exigentes.

5. TRASMOZ

La intrigante historia de Trasmoz, el único pueblo maldito del mundo / HOY ARAGÓN

El municipio de Trasmoz tiene una historia única. La Iglesia Católica decidió excomulgar el pueblo considerándolo maldito. Su afán por la brujería, la magia y las tradiciones paganas en la Edad Media le situaron en la diana del clero. A día de hoy, tan sólo el Papa podría quitarle la situación de ‘maldito’.

Según las leyendas de la zona, las brujas se resguardaban en Trasmoz -en su época de máximo apogeo- para salvarse de la ‘quema’ que proponía la Iglesia a todo aquel que no siguiera la fe católica. Lo cual, incentivaba que en Trasmoz hubiera aquelarres, actos paganos y sacrificios de manera habitual.


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Trasmoz era un poblado casi anárquico: totalmente independiente, por ejemplo en el uso del agua, y con más derechos otorgados por la Corona lo que le daba más autonomía. E incluso llegó a acuñar su propia moneda en el Castillo de la población.

Esto promovió que rehusará de obedecer los mandatos de la Iglesia Católica lo que generó la ira del abad del Monasterio de Veruela llegando a propagar una maldición al pueblo. Hasta el punto de colocar una gran cruz con un velo negro en la entrada del pueblo.
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