El ascenso al cielo de las estrellas de Guitarricadelafuente parece a estas alturas tan cierto como inaudito. Sin disco ni promoción, la euforia se ha desatado en torno a este joven que agota en horas las entradas de sus conciertos y que canta «con voz de alma vieja», desde Aragón para el mundo.

«Supongo que es el poder de las redes sociales en general», reflexiona en una entrevista con Efe este músico llamado realmente Álvaro Lafuente (Benicàssim, 1997), que empezó colgando en plataformas como Youtube versiones y canciones propias.


Publicidad


De hecho, agota entradas desde el primer concierto que hizo en Madrid en una sala pequeñita. Entonces fueron dos meses. En aforos más grandes como el del Teatro Barceló de la ciudad, donde actuará el próximo 29 de noviembre dentro del ciclo Momentos Alhambra, las entradas volaron en apenas tres horas.

Al final resultó que su propietario era un desconocido chico de 22 de años, pelo tirando a rubio y ensortijado, muy del estilo del madrileño Barrio de Salamanca, pero nacido en Castellón y con raíces aragonesas, de Cuevas de Cañart (Teruel) más concretamente.

De Aragón le viene el nombre. «Al principio era una coña. Abrí una cuenta en Instagram y puse ‘guitarrica‘ por la guitarra aragonesa y ‘delafuente’ por mi apellido«, explica.

Entre «un bisabuelo jotero» que enseñaba bandurria a los niños del pueblo, una abuela que tocaba el piano «y un tío roquero», a él le cayó entre las manos su primera guitarra a los 15 años. Empezó a tocar «para ligar y tocarla en la playa». De hecho, a esa edad escribió su primera canción en inglés y para una novia.

Entonces sus influencias pasaban por Bon Iver y otros artistas de folk anglosajón. Lo que empezó siendo un «hobby» terminó ocupándole «todas las horas» y su abanico de gustos musicales se amplió a Manu Chao, Residente y cantautores como El Kanka.

La música, no obstante, no formaba aún parte de su horizonte profesional. Inició estudios en Arquitectura y terminó cambiando a Cine. «No tomé la decisión de dedicarme realmente a esto hasta el lleno del primer concierto. Fue mi padre el que me dijo: ‘Esto no se te va a volver a plantear en la vida, así que aprovéchalo», rememora.


Publicidad


Todas las multinacionales grandes le han tentado para trabajar con ellos, pero de momento ha dicho que no. «Puede que me dé una hostia, pero ahora las cosas son puras. No quiero que venga nadie a retocarlo y ponerme fechas y, aunque estoy seguro de que algún día tendré que recurrir a ellas, por el momento solo quiero hacer la música que me gusta, de la manera que me gusta», subraya.

En dos semanas empezará a grabar su primer EP, aún sin título, y en febrero sueña con lanzar su primer LP -«Uno que se note que ha salido de mí», confiesa- y se le dibuja una sonrisa ante el mejor piropo que le han echado como artista: «Que canto como desde otra época, que tengo el alma vieja«, presume.