La quinta edición de la exposición ‘Joyas de un patrimonio’ de la Diputación de Zaragoza, que reúne una selección de las más valiosas obras de arte restauradas en los últimos años de diferentes municipios gracias a la institución provincial, ha superado las 10.000 visitas en menos de dos semanas en el Palacio de Sástago. 

«Estamos muy satisfechos con la acogida que está teniendo la exposición. El inicio ha coincidido con la Semana Santa y eso ha atraído a más visitantes», destaca la diputada de Cultura de la DPZ, Cristina Palacín, informa la institución en una nota de prensa.


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También recuerda que hay «verdaderas joyas» en la provincia que son muchas veces desconocidas por la propia ciudadanía de los municipios y la muestra es «un aperitivo para abrir boca e invitar a los visitantes a disfrutar del patrimonio en su lugar de procedencia».

En la exposición, que estará abierta hasta el 23 de junio, pueden verse 85 objetos e imágenes de 36 edificios de 60 localidades diferentes, que han sido rehabilitados entre 2011 y 2019, un periodo en el que se han invertido alrededor de 16 millones de euros, de los cuales 11 han sido aportados por la DPZ.

El resultado es un recorrido por la historia y el arte de la provincia de Zaragoza que se inicia en siglo XIII y llega hasta el XX pasando por los diferentes estilos de esas épocas: el gótico, el renacentista, el barroco, el rococó, el neoclasicismo, el academicismo y el realismo.

Los comisarios de la muestra son dos funcionarios de la DPZ: el historiador del arte José Ignacio Calvo Ruata y el arquitecto Carlos Bressel.


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La mayoría de las piezas y los inmuebles recogidos en la muestra se han recuperado gracias a los distintos planes de restauración que impulsa y financia la Diputación de Zaragoza para recuperar el patrimonio civil y eclesiástico de los municipios, planes en los que también colaboran los ayuntamientos y las tres diócesis de la provincia (Zaragoza, Tarazona y Jaca).

No obstante, también se han incluido ejemplos de las actuaciones de las que se han beneficiado los edificios históricos que son propiedad de la DPZ –como el monasterio de Veruela o el palacio de Eguarás de Tarazona– y la labor realizada por las escuelas taller de restauración de bienes muebles y de documento gráfico.

La primera exposición dedicada a las ‘Joyas de un patrimonio’ se celebró hace casi tres décadas, en 1990, con un objetivo: mostrar la riqueza y el enorme valor artístico del patrimonio cultural de la provincia.