La tradicional Ofrenda de Frutos a la Virgen del Pilar ha puesto hoy color y música al centro de Zaragoza en el acto más solidario de las fiestas, en el que las casas regionales aportan cerca de 8.000 kilos de los mejores alimentos de cada región, que se distribuyen entre centros sociales.

Tras una Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar de récord celebrada ayer, hoy los zaragozanos han podido contemplar un desfile de hermosos trajes que identifican a cada una de las regiones de España y sus productos más típicos, en cestas y cestillos cuidadosamente presentados.


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La ofrenda ha comenzado puntual, con la salida del primer grupo a las 11.00 horas desde la plaza de Santa Engracia en dirección a la Basílica del Pilar, siguiendo el recorrido tradicional, por la calle Alfonso, recuperado en 2014 con motivo del cincuenta aniversario de este acto festivo, religioso y social.

Una señora muestra sus alimentos / H.A

Unas 2.000 personas integradas en 64 grupos participan este año, encabezadas por las agrupaciones de las casas regionales y provinciales y por el Grupo Aragonés el Pilar, que es el encargado de recoger todos los productos.

También toman parte grupos formados por un máximo de 30 personas de ayuntamientos o el del Mercado Central de Zaragoza, ha explicado a Efe Manuel Sánchez Junquero, coordinador de la ofrenda e interventor de la Federación de Casas Regionales.

La Ofrenda de Frutos se celebra todos los 13 de octubre desde hace 53 años organizada por la Federación de Casas Regionales de Aragón, y este año participa por primera vez la Casa de Melilla.

El Centro Asturiano de Zaragoza presente en la Ofrenda de Frutos / H.A

Los cerca de 8.000 kilos de alimentos que se recogen se destinan a las personas más necesitadas, cumpliendo así una función social, y los recogidos hoy se van a entregar al Centro Social San Antonio, al Centro Social el Carmen y a Proyecto Hombre.

Entre la gran cantidad de alimentos típicos ofrecidos a la Virgen abundan las frutas y hortalizas, aunque también panes, jamones, quesos, embutidos, miel, vino, aceite y dulces.


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Miles de personas se han congregado a lo largo del recorrido hasta la Basílica del Pilar para disfrutar del colorido y vistosidad de los distintos trajes regionales y de las músicas y bailes interpretadas por algunos de los grupos.