El director zaragozano Ignacio Echaregui rueda estos días en su ciudad natal la película ‘Miau’, «una historia realista» con toques de ternura que habla de las ganas de vivir y de la amistad y que, además, rinde homenaje al escultor y pintor Pablo Gargallo.

Es el museo con el nombre de unos de los más reconocidos artistas aragoneses el lugar en el que hoy se ha rodado parte de esta película en cuya presentación han estado el director y el elenco protagonista, con marcado acento zaragozano.

Porque sus actores principales, José Luis Gil y Luisa Gavasa, nacieron en la ciudad, al igual que el director. Todos ellos, junto con el resto del reparto, encabezado por Manuel Manquiña y por Álvaro de Luna, y los productores del largometraje, Gloria Sendino y Jaime García Machín, han aprovechado un rato entre toma y toma para presentar a la prensa su nueva película.

Basada en la novela «Hilo musical para una piscifactoría«, de Juan Luis Saldaña, «Miau» vierte la mirada en cuatro jubilados que recuperan las ganas de vivir, aunque de modo inesperado.

Telmo (Gil), los ojos desde los que se cuenta la historia, se reencuentra con dos amigos de la juventud, si bien será un tercero (Manquiña) el que, tras salir de la cárcel, revolucione la vida de todos ellos gracias a un plan de lo más rocambolesco.

El director ha señalado en la presentación, en el Museo Pablo Gargallo, que su nuevo trabajo es «una historia realista con toques de ternura, poesía y una pizca de locura«. José Luis Gil ha puesto el acento en los lazos de amistad que se palpan en la película. «Al leer el guión me di cuenta de que era fantástico y de que los personajes somos como la pandilla de los cinco», ha expresado.

Gavasa encarna a una mujer de los 60 que rompió moldes, se fue de Zaragoza cuando era joven y que no ha perdido la vitalidad. Esas ganas de vivir son las que le conducen a una aventura más. «Es una comedia estupenda; ha sido un regalo que agradezco a Ignacio».

Manuel Manquiña, el personaje que saldrá de la cárcel y hará que el grupo se revolucione, ha encajado este nuevo trabajo en la «comedia«, pero «una comedia negra», ya que tiene «una parte trágica».

Álvaro de Luna cierra el reparto principal y no ha ocultado su satisfacción por el papel: «Para mí ha sido una sorpresa y una alegría que hayan contado conmigo para esta película», ha dicho.