“Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor”. Ya lo dice este pasodoble, convertido en himno de una ciudad que es mucho más que fiesta, paella y playa. Estos son sus principales reclamos pero Valencia también es cultura, naturaleza y, por supuesto, ocio. De Zaragoza la separan algo más de 300 kilómetros por autovía, y desde Teruel está incluso más cerca con poco más de 140 kilómetros de distancia. Un destino perfecto para una escapada de fin de semana.

La opción más rápida para llegar hasta allí es en coche, también se puede ir en autobús o en tren, pero este último es regional y el trayecto es casi del doble de tiempo que si se realiza por carreteraEn Valencia, el buen tiempo está casi siempre garantizado y su punto fuerte es que permite disfrutar de la playa en una ciudad con muchas otras opciones de ocio. Los planes varían en función del tipo de escapada. Una vez llegados al destino, qué hacer, dónde comer o qué lugares visitar en Valencia dependerá de si es un viaje en pareja, en familia o con amigos.

48 HORAS EN VALENCIA

Para una escapada en familia, el lugar que no puede faltar en estas 48 horas en Valencia es el Bioparc. Es un parque zoológico donde los animales viven en semilibertad. Para deleite de los más pequeños, se pueden ver elefantes, suricatos, hipopótamos y otras especies del continente africano. La entrada cuesta 23,8 euros a partir de los 13 años y 18 para los niños de 4 a 12.

Otro plan en familia en Valencia es alquilar unas bicicletas y recorrer el antiguo cauce del río Turia. Un posible recorrido es desde el parque de Cabecera hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Durante la ruta se pasa por varios espacios recreativos y por el parque Gulliver, una de las zonas de juegos infantiles más populares de Valencia, de parada obligatoria. El paseo en bici termina en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Allí, se puede ver una película en 3D en el emblemático Hemisfèric o asistir a un espectáculo de delfines en el Oceanografic.

Aprovechando que en esta zona de la ciudad todavía se conserva la huerta valenciana, lo mejor es comer un buen arroz en alguna de las alquerías cercanas. Son antiguas casas de campo, situadas en plena huerta, que se han reconvertido en restaurantes. En algunos casos, su aspecto se ha renovado, pero la tradición gastronómica sigue siendo la misma. 

Si la escapada a Valencia es con amigos, la playa de la Malvarrosa es el mejor lugar para pasar el día. En los sitios turísticos como este, entrar a cualquier restaurante y pedir paella es casi como jugar a la ruleta rusa. Pero hay algunos que se salvan, como Casa Carmela, donde se puede comer un buen arroz. Para otro tipo de comida, La más bonita tiene un chiringuito a pie de playa con buen ambiente. Cuando el sol comienza a bajar, la zona del puerto es el centro neurálgico de la playa de la Malvarrosa. Allí se pasea, se hace deporte y también se encuentran los locales con terrazas y música. En este extremo de la costa se encuentra el barrio del Cabañal, con tabernas de toda la vida para tapear y tomar un vino. 

Para un plan más romántico, está la zona del Saler, algo más alejada de la ciudad pero accesible tanto en coche como dando un paseo en bici por el cauce del Turia. Una opción es caminar entre pinos al lado de La Albufera y dar una vuelta en barca con la puesta de sol.

A estos planes algo diferentes según el tipo de escapada se pueden añadir otros que son para todos los públicos. Antes de abandonar Valencia, merece la pena pasear por su centro histórico, con la plaza de la Virgen, la catedral o las torres de Serranos, una de las dos puertas fortificadas de la muralla medieval de Valencia que aún permanecen en pie. Esta zona es el barrio del Carmen y por sus enrevesadas calles hay tiendas antiguas, puestos de buñuelos y horchata y también museos. Para poner el toque cultural, se puede visitar el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) o el Museo de Bellas Artes.

Muy próximo está el mercado central, rodeado por bares donde el producto fresco y de buena calidad está garantizado. En la parte más moderna del centro, está la plaza del Ayuntamiento, famosa por las mascletás en fallas, la plaza de toros y la antigua estación de tren del norte. Para los más animados, no perderse Ruzafa (o perderse por él), el barrio de moda para el tardeo.