Aragón es una tierra dura con su propia historia. A diferencia de otros territorios, en los que hay monumentos a sus reyes, o a sus instituciones en lugares muy destacados, en Aragón son contados los monumentos (muchos de ellos, del siglo XX), que recuerdan a reyes o instituciones del pasado.


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Salvo el Monumento al Justiciazgo, la estatua del rey Ramiro I en Jaca, o a Fernando El Católico, y Alfonso I en Zaragoza, o el monumento a los reyes aragoneses en Huesca, apenas hay esculturas, fuentes o monumentos a los monarcas aragoneses. Nada que ver con otras ciudades en las que calles y plazas están decoradas con esculturas de sus antiguos monarcas.

Lo que sí que tenemos en Aragón son algunos de los panteones reales en los que se enterraron los monarcas aragoneses. De hecho, como origen del Reino, la provincia de Huesca acumula los panteones reales más importantes de la Corona de Aragón. Concretamente, encontramos panteones reales en el Monasterio de San Victorián, en San Juan de la Peña, en San Pedro el Viejo de Huesca, y en el Monasterio de Sijena.

SAN JUAN DE LA PEÑA, EL PANTEÓN MÁS IMPORTANTE

Panteones Reales

El panteón de San Juan de la Pena acoge los restos de los tres primeros reyes de Aragón / DGA – Sara Lugo

Sin duda, el panteón real más icónico es el del Monasterio de San Juan de la Peña. Porque además del simbolismo del lugar, allí, reposan los restos de los tres primeros monarcas del linaje real de los Aragón, Ramiro I, Sancho Ramírez (aunque fue enterrado primero en la abadía de Montearagón antes de ser trasladado a San Juan de la Peña, y Pedro I, conquistador de Huesca, además de sus esposas.

El aspecto actual del panteón se lo debemos al rey Carlos III, y al Conde de Aranda, que decidieron dignificar el lugar. Para conseguirlo, se levantó una pared sobre los sepulcros, con láminas de bronce con inscripciones en latín, mientras que en la pared de enfrente se crearon unos relieves que representan la historia de la Corona de Aragón.

SAN VICTORIÁN, SEPULCRO DE LOS REYES DE SOBRARBE

Panteones reales en Aragón

En San Victorián están los restos de dos reyes del Sobrarbe / GA

En el Real Monasterio de San Victorián, en la comarca del Sobrarbe, (hay expertos que creen que es el monasterio más antiguo de España al tener su origen en el siglo VI), fue el lugar en el que se reunieron Ramiro el Monje y Ramón de Berenguer IV para decidir los esponsales entre este último y doña Petronila, unión que daría origen a la Corona de Aragón. Y además, es panteón real en el que están los sepulcros de Gonzalo I y de Iñigo Arista, reyes de Sobrarbe.

MONASTERIO DE SIJENA

Panteones Reales

El Panteón Real de Sijena fue saqueado durante la Guerra Civil / GA

En el Real Monasterio de Santa María de Sijena, famoso por los bienes expoliados, fue otro de los lugares elegidos por los miembros de la familia real aragonesa para ser enterrados. El Panteón Real está ubicado en el interior de la iglesia, y alberga bajo arcosolio las tumbas de la reina Sancha de Castilla y los de sus hijos, el rey Pedro II el Católico, (último monarca enterrado en Aragón), la infanta Dulce y la condesa Leonor de Aragón. Lamentablemente, los sepulcros están vacíos al ser profanadas en 1936 durante la Guerra Civil.

SAN PEDRO EL VIEJO DE HUESCA

San Pedro El Viejo

En el centro de la ciudad de Huesca, capital de Reino de Aragón hasta que Alfonso I conquistó Zaragoza y trasladó la capital allí, está otro de los panteones reales aragoneses. Allí, en la capilla de San Bartolomé, se encuentran los restos de Alfonso I El Batallador (fueron trasladados desde la abadía de Montearagón en el siglo XIX).


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En esta iglesia oscense también están los restos de su hermano y sucesor Ramiro II el Monje, famoso por ser el protagonista de la leyenda de la Campana de Huesca. Ramiro II fue enterrado en un sarcófago romano que data del siglo III.