Si por algo destaca Aragón, además de por su riqueza natural y cultural, es por la nómina de pueblos bonitos que salpican nuestra amplia geografía. No en vano, varios de los pueblos más bonitos de España tienen nombre aragonés.

Ahora, la revista National Geographic ha preparado una selección con 30 pueblos medievales de todo el país que destacan por sus cascos históricos perfectamente conservados. Y cuatro de esos pueblos, son aragoneses. Pequeñas joyas que merece la pena conocer este mismo verano, o redescubrirlas de forma urgente, si es que las conoces ya…

DAROCA

Los pueblos medievales más bonitos

La Puerta Baja es uno de los grandes atractivos turísticos de Daroca / HA

La primera de las localidades medievales aragonesas que recoge esta selección de National Geographic ocupa el puesto número 5. Y se trata de Daroca. Esta pequeña ciudad del sur de Zaragoza conserva todo el encanto de antaño. Sus murallas, con esas puertas enmarcadas por unas robustas torres, el antiguo castillo, sus casonas, o sus iglesias, entre las que destaca sin duda la Colegiata de Santa María, famosa por su espectacular baldaquino, o por su órgano del siglo XVI.

Pero sobre todo, esta colegiata fue célebre durante siglos por custodiar la reliquia de los Sagrados Corporales. , protagonistas de un milagro sucedido durante la Reconquista y que tuvo como resultado la derrota de los musulmanes en una batalla ante tropas cristianas.

ALQUÉZAR

Alquezar

Los pueblos medievales más bonitos de Aragón / HA

En Huesca, el primer pueblo que aparece en este listado de los pueblos medievales más bonitos de España es Alquezar. Y la verdad es que no nos extraña nada. Esta villa, localizada entre los barrancos que ha creado el río Vero en la Sierra de Guara, esconde en su entramado de calles, callejones y plazoletas un caserío entre el que emerge orgulloso su castillo-colegiata de Santa María la Mayor. También hay que visitar la plaza Mayor porticada, además de disfrutar de su deliciosa gastronomía y de los vinos del Somontano.

Si te falta algún motivo para visitar esta villa que tiene su origen en una fortaleza islámica creada en el siglo XI, en su entorno se puede hacer senderismo, barranquismo, visitar cuevas con pinturas rupestres, las pasarelas sobre el Vero, disfrutar de los campos de almendros…

ALBARRACÍN

Albarracín

Albarracín no podía faltar en este listado / HA

Albarracín, otro de los pueblos más bonitos de España, no podía faltar en esta selección de National Geographic. Este pueblo turolense, situado a más de 1.100 metros sobre el nivel del mar, tiene una silueta inconfundible gracias a sus murallas, a su catedral, y a una trama urbana irregular que se adapta a la orografía y que está conformado por un caserío de entramados de madera y barro.

Albarracín debe su nombre a la presencia musulmana que se dilató durante casi un siglo, hasta el siglo XII. Y entre sus imprescindibles, no hay que perderse su Plaza Mayor, deleitarse con el sabor único de sus calles, visitar la catedral, la iglesia de Santiago, el palacio episcopal, cualquiera de sus museos, o pasear por las murallas.  Tampoco hay que dejar de visitar el Parque Cultural, con el Paisaje Protegido de Los Pinares del Rodeno, o las pinturas rupestres de arte levantino.

AÍNSA

Ainsa

Ainsa siempre está en los rankings de los pueblos más bonitos / HA

Volver por Ainsa siempre es un placer. Recorrer sus calles empedradas con sus casonas de arquitectura pirenaica, tomarse algo en su espectacular plaza Mayor, disfrutar de las vistas desde la muralla del Castillo, o visitar la iglesia románica de Santa María son placeres a los que tampoco han podido resistirse en National Geographic,

Además de los atractivos artísticos y culturales de esta villa pirenaica, no hay que olvidarse de su oferta gastronómica, con el restaurante estrella Michelin El Callizo como bandera, o de planificar una visita por el valle del río Ara, al cercano Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido, o al Valle de Pineta.