El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Huesca que declaró la nulidad de las ventas de objetos artísticos procedentes del Monasterio de Sijena a la Generalitat de Cataluña y al Museo Nacional de Arte de Cataluña.


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El Pleno de la Sala Primera de Supremo ha desestimado, en una sentencia con fecha de 13 de enero, los recursos interpuestos por la Generalitat de Cataluña, el Museo Nacional de Arte de Cataluña y el Consorcio del Museo Diocesano y Comarcal de Lérida contra la sentencia, no sin reconocer la «especial complejidad jurídica del litigio», que justifica que no se impongan a los recurrentes las costas procesales.

Fuentes del TS han indicado que la sentencia considera que está probado que los bienes litigiosos formaban parte del tesoro artístico y del exorno del Monasterio de Sijena en la fecha en que fue declarado Monumento Nacional, por lo que el régimen de protección propio de tal declaración debe extenderse también a ese tesoro artístico.

La Conselleria de Cultura de la Generalitat ha avisado este jueves del «grave precedente» que supone la sentencia del Tribunal Supremo que desestima los recursos interpuestos por el Govern y los museos catalanes contra la sentencia de la Audiencia de Huesca que declaró la nulidad de las ventas de obras de arte del Monasterio de Sijena y ratifica su traslado al cenobio oscense.


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En un comunicado, ha afirmado que está analizando jurídicamente la sentencia, y ha avanzado la «preocupación que genera este caso en el mundo del arte por el grave precedente que supone, a partir de cual se puede provocar un alud de reclamaciones –administrativas o judiciales– similares en todo el mundo, desestabilizando todo el mapa museístico».

Ha señalado que desconoce por qué el Gobierno de Aragón «solo ha reclamado las obras a las instituciones catalanes y no las que hay en otros museos, por ejemplo en Madrid».

Cultura ha afirmado que desde las obras están en el Monasterio de Sijena, se ha limitado el acceso del público y «se teme por su estado», ya que considera que el monasterio no reúne las condiciones mínimas para asegurar una apropiada conservación.

«Tanto la Conselleria de Cultura, como el Museu de Lleida han reclamado insistentemente ante el juez autorización para visitar las instalaciones y siempre se ha denegado sin ninguna motivación», ha subrayado el departamento.