Zaragoza es una ciudad ideal para hacer una escapada de fin de semana, o incluso para tenerla como base para visitar otros puntos del territorio aragonés, ya que está a 300 km. de las principales capitales españolas. Si estás planteándote una escapada de fin de semana a la capital aragonesa, hemos preparado para ti una pequeña guía con cosas para hacer y visitar en Zaragoza.

ZARAGOZA EN 48 HORAS: QUÉ VER

Comenzamos nuestra visita en la Plaza del Pilar. Y como seguro que en tu visita ya tienes planificada visitar la Santa Capilla o las pinturas de Goya en la Basílica, te vamos a recomendar otras opciones imprescindibles para ver en la plaza y su entorno. Para empezar, no puedes dejar dejar de visitar la Seo del Salvador, la impresionante catedral de Zaragoza calificada como la más bonita de España, lugar en el que se coronaban los Reyes de Aragón y que resume la historia del viejo reino a través del arte y de las capillas construidas por las principales familias de la nobleza y la alta burguesía aragonesa. En la visita al templo no puedes dejar de visitar el excepcional muro mudéjar de la catedral. Te aseguramos que te asombrará.

Qué ver en Zaragoza en 48 horas

La Seo ha sido elegida la catedral más bonita de España / HA

En la plaza del Pilar tampoco podemos dejar de visitar el palacio de La Lonja, un edificio del Renacimiento construido en la época de mayor esplendor de la ciudad para acoger las transacciones comerciales de los mercadores zaragozanos. Su fachada exterior de ladrillo, con aires italianos, esconde un increíble interior con columnas y altas bóvedas que muestran la riqueza de una ciudad que era conocida como la Florencia española. Y ya que estás en la Lonja, aprovecha para asomarte al Ebro y sacar unas fotos del Pilar desde el Puente de Piedra (como consejo, merece la pena ver atardecer desde el puente de Piedra, con el Pilar de fondo).

De vuelta a la plaza, seguimos recorriendo por la calle Alfonso, podemos torcer a la derecha por la calle Manifestación hasta encontrarnos con la plaza del Justicia., una plaza que sin duda es una de las más bonitas de Zaragoza. Allí, además de la fuente de la Samaritana, entre varios edificios notables, y entre ellos, destaca la iglesia de San Cayetano. Esta iglesia, epicentro de la Semana Santa zaragozana, fue construida por la Diputación del Reino para honrar a Santa Isabel, infanta aragonesa, y reina de Portugal. Su fachada, construida en alabastro, y llena de escudos aragoneses, te sorprenderá.

Continuando, por la calle Manifestación, te encontrarás con el Mercado Central o de Lanuza. Recientemente restaurado, el Mercado Central es un magnífico ejemplo de la arquitectura modernista aragonesa. Y es ideal para ver cómo comemos los zaragozanos, perdiéndose por sus pasillos para ver los puestos de carne, pescados, o de las frutas y hortalizas que llegan desde la huerta aragonesa. Además, desde el propio mercado puedes ver uno de los tramos conservados de la muralla romana de César Augusta, la colonia romana que el emperador Augusto fundó en el año 14 AC.

Qué ver en Zaragoza

El Museo Pablo Gargallo reclama una visita imprescindible / HA

Saliendo del Mercado, puedes torcer a la izquierda por la calle Torrenueva hasta otra de las plazas con más encanto de la ciudad: la plaza de San Felipe. Allí, además de varios sitios para tomar un tentempié, puedes encontrar uno de los Museos más bonitos de Zaragoza: el museo Pablo Gargallo. Este museo está ubicado en el palacio de los condes de Argillo, que destaca por su patio, o por su espectacular alero, y y aloja la obra de uno de los escultores aragoneses más internacionales: Pablo Gargallo. Obras como El Profeta, o sus máscaras, te atraparán sin remedio.

También dentro del Casco Histórico merece la pena visitar el Teatro Romano de César Augusta. Este teatro, con capacidad para 6000-8000 espectadores, era uno de los más grandes de la Península, y es interesante visitarlo para conocer el pasado de romano de la ciudad.

Qué ver en Zaragoza en 48 horas

La Aljafería fue construida en el siglo XI / HA

Para acabar, pero no por ello menos imprescindible, hay que visitar el Palacio de la Aljafería. De hecho, es uno de los tres grandes monumentos, junto al Pilar y la Seo, que no hay que dejar de conocer. Este palacio fue construido por los reyes musulmanes de la taifa de Zaragoza en el siglo XI, siendo el palacio islámico situado más al norte del mundo. Y tras la Reconquista de la ciudad por los aragoneses, La Aljafería se convirtió en palacio real de la monarquía aragonesa. En la actualidad además es sede de las Cortes de Aragón. En la visita, te sorprenderá especialmente la parte musulmana, con el precioso patio de Santa Isabel, su pequeña mezquita, o el Salón del Trono de los Reyes Católicos.

Si te queda tiempo una vez que visites estos monumentos, también te recomendamos perderte por las calles y plazas del Casco Histórico, descubrir los palacios renacentistas, las iglesias que salpican el Casco Histórico, o asomarte a Independencia, la avenida más importante de Zaragoza cuyo diseño porticado se inspiró en la calle Rivoli de París.

7 BARES PARA VISITAR EN 48 HORAS

Zaragoza es una de las ciudades en las que mejor se come de España. Y el tapeo es un arte que supera con creces a otras ciudades con más fama, extendiéndose no solo en las zonas tradicionales del Casco Histórico, sino por cualquier barrio de la ciudad. Si vienes de fuera, no puedes dejar de conocer las principales zonas de tapeo del Casco Histórico. Especialmente, el Tubo, y la zona de Santa Marta.

Recomendaciones, podríamos hacerte muchos, porque Zaragoza está plagada de bares y restaurantes en los que es posible tapear y disfrutar del arte de la cocina en miniatura. Pero si tuviéramos que recomendar 7 lugares de tapeo, una de las primeras opciones será los Victorinos (Calle José de la Hera, 6). Un pequeño local de aires taurinos en el que fliparás literalmente con sus tapas. No puedes dejar de pedir sus huevos con trufa blanca: verás cómo no has probado nada igual.

El jamón con chorreras es una tapa típica de Zaragoza inventada en Casa Juanico / HA

En la calle de Santa Cruz, a dos pasos del Pilar y del Museo de Goya, encontramos Casa Juanico (calle Santa Cruz 21). Entre su amplia variedad de tapas, a cada cual más deliciosa, podrás pedir una de sus especialidades, el jamón con chorreras, una tapa típica de Zaragoza con jamón de York, queso, huevo duro y tempura que se  inventó en este restaurante.

De Casa Juanico podemos acercarnos paseando hasta el cercano Tubo. Allí, hay decenas de locales que merecería la pena visitar. Entre ellos, destacan direcciones como Doña Casta (Estébanes, 10) con sus raciones de huevos rotos y su variedad de croquetas, con especialidades como la de arroz negro. Tampoco hay que perderse un clásico de esta zona, como Bodegas Almaú (Estébanes, 10), un bar fundado en 1870 que conserva todo el sabor de antes y que merece la pena conocer por su ambiente tradicional, y por sus anchoas, famosas en toda la ciudad.

Que comer en Zaragoza en 48 horas

Tapas deliciosas en un ambiente sofisticado / El Melí del Tubo

Si prefieres algo más moderno, no podemos dejar de recomendarte lugares como el Melí del Tubo (calle Libertad, 12), un local de dos plantas con diseño sofisticado y cierto aire tropical que presenta delicias como el Pan de Leciñena (pan dulce artesano con tomate natural, champiñon y panceta de guijuelo), o su espectacular Cave Ovum (un saquito crujiente relleno de setas, bacon y huevo sobre carbonara de torrezno).

En esta zona, y también en plan moderno, podemos recomendarte el Bula del Tubo (tienen otro local en la calle Lacarra de Miguel), con especialidades como la Tostada Bula (solomillo de cerdo ibérico en adobo sobre pan con tomate con casse), o la tostada de foie, con hígado fresco de pato a la plancha, con sal maldon y pimienta. Y para los más groseros está su hamburguesa: McBula. Un pecado de la carne que os aseguramos que no habrás probado algo así nunca.

Solomillo de cerdo ibérico en adobo sobre pan con tomate casse / Bula Tapas

Para acabar con nuestras propuestas de bares para tapear en tu visita a Zaragoza en 48 horas, tampoco podía faltar La Republicana. Un local con sabor a antaño lleno de encanto que es todo un referente en la ciudad por su ambiente acogedor y casero, y por sus propuestas gastro. Entre ellas, destacan especialidades como los huevos republicanos, unos huevos servidos en un tarro de cristal hecho a base de patata morada, huevo y tomate, o sus migas.