La hostelería zaragozana no para de renovarse y de sorprender. Entre las aperturas de locales, y restaurantes que siguen trabajando para renovarse y ofrecer su mejor versión, el mundo gastro de la capital aragonesa vive una etapa de esplendor, combinando lo mejor de la cocina de siempre, con la vanguardia y las últimas técnicas culinarias.

Un buen ejemplo lo tenemos en Tajo Bajo y en el trabajo que está desarrollando el chef Rubén Martín para los restaurantes del Grupo Vaquer. Situado en la plaza del Pilar, y con decoración de Pedro Abuelo, Tajo Bajo acaba de lanzar un menú degustación aragonés que es todo un homenaje a las tradiciones gastronómicas y a los productos más emblemáticos de la cocina aragonesa, aunque dándoles una nueva visión con toques de modernidad, frescura y con unas presentaciones cuidadas al máximo, recordando que la comida, también entra por la vista.

Rubén Martín, chef, y Marcos Vaquer, del Grupo Vaquer, durante la presentación del menú / G.V.

Una sinfonía de sabor y de color desde que los platos de este menú de seis referencias comienzan a desfilar ante ti. Para empezar, de aperitivo, tenemos una croqueta de pollo al chilindrón con mayonesa de harissa, una croqueta sencillamente deliciosa y que todavía es capaz de sorprender, dentro de esa ola croqueteril que nos invade. La croqueta, para más señas, puede tomarse también en La Flor de Lis dentro del concurso de croquetas de Zaragoza.

Tras la croqueta, llegan el Salmorejo de Tomate Rosa de Barbastro con arenque ahumado y helado de Aceite de Oliva del Bajo Aragón, y una propuesta de cocina fusión que combina la gastronomía oriental con unos ingredientes muy de aquí: unas gyozas de Longaniza de Graus con almendra marcona y
crema de queso Patamulo de Samper de Calanda que es de las propuestas más sorprendentes del menú, ya que en lugar de estar cocida, la gyoza tiene un delicioso toque dorado y crujiente.

Arroz con borraja y mejillones con emulsión de remolacha / Hoy Aragón

Tras los aperitivos, llegan los platos fuertes con un arroz de borraja y mejillones con emulsión de remolacha que pone en valor una de las verduras más saludables y características del Valle del Ebro. El arroz, en su punto, de cocción, y también de sabor.

Y en un menú aragonés tampoco podía faltar el Ternasco de Aragón IGP; aunque en esta ocasión, en forma de lingote, con salsa demi-glace, boletus y manzana asada al moscatel… Un bocado de sabor intenso que se deshace en la boca. Y además, en su justa cantidad y medida.

Para acabar, torrija, un postre que aunque tiene su origen en Semana Santa, ahora puede verse en las cartas de numerosos restaurantes durante todo el año, para alegría de los fans de este postre. La torrija, elaborada con pan brioche, va acompañada de un helado de guirlache.

Como apunte, el aceite que sirven al principio de la comida, para degustar con un poquito de pan, es también otra de esas joyas escondidas de Alimentos de Aragón: un aceite de oliva Virgen Extra 100% arbequina ecológico elaborado en Fabara y envasado para el Grupo Vaquer, que es oro líquido.

Respecto a la bodega, los maridajes que recomiendan desde Tajo Bajo para acompañar este menú, son vinos de la Denominación de Origen Somontano: El imprescindible ‘Gewurztraminer 2022’ y ‘Violeta 2021’, ambos vinos de Viñas del Vero.

Llegados a este punto, seguro que te estás preguntando por el precio, y hasta cuando puedes probar estas delicias. El menú degustación Aragón cuesta 38 euros (vino no incluido), y puede probarse de lunes a viernes en horario de comida y cena y durante los meses de mayo y junio.