Si hoy conocemos gran parte de la historia de Aragón es gracias al trabajo de los cronistas, y en particular, del que fuera primer Cronista del Reino de Aragón, Jerónimo Zurita. Nacido en Zaragoza un 4 de diciembre de 1512, Zurita fue nombrado por los diputados aragoneses como primer cronista con el fin de que ordenara, recopilara y escribiera los hechos pasados acontecidos en el Aragón, tal y como se hacía en otros reinos europeos.

Reunidas las Cortes en 1547, y ante la preocupación de los diputados por el olvido de los hechos antiguos que forjaron su historia, se decidió nombrar un cronista original del reino que diera testimonio de lo acontecido en siglos pasados.

Por falta de scripturas, los hechos y cosas antiguas del Reyno de Aragon, estan olvidadas: su Alteza de voluntad de la corte estatuece, que se de un salario, qual pareciere a los Diputados, a una persona experta, sabia, y provida en Coronicas, y Historias, natural del Reyno de Aragon: el qual tenga special cargo de screvir, recopilar, y ordenar, todas las cosas notables de Aragon, assi pasadas, como presentes: según que a Coronicas de semejantes Reynos conviene”.

Un año después, el 31 de mayo de 1548, los diputados nombraron cronista oficial del reino a Jerónimo Zurita. Un cargo vitalicio que mantuvo hasta su muerte, un 3 de noviembre de 1580. Pero, ¿Quién era este personaje que recibió la complicada encomienda de escribir de forma oficial la historia del viejo Reino?

Zurita, nacido en la capital aragonesa, era hijo de una familia acomodada. Su padre, Miguel de Zurita, fue médico de cámara del rey Fernando El Católico, y luego de Carlos I.  Cuentan las crónicas que Jerónimo tenía una gran inteligencia. Estudio en la Universidad de Alcalá, una de las mejores de Europa en aquel momento. Y hablaba griego, latín, italiano, francés y portugués.

Años antes de ser nombrado cronista del Reino, ocupó numerosos cargos, muchos de ellos muy vinculados a la corona, como el de merino de Barbastro o el de  bayle de Huesca (administrador de las rentas reales). También se dedicó a ordenar los archivos de la Inquisición.

En 1566, años más tarde de ser nombrado Cronista de Aragón, Felipe II de Castilla, I de Aragón, lo nombró secretario de su Cámara, y dos años después, es nombrado secretario del Oficio de la Santa General Inquisición. En 1571 el soberano decidió nombrarle Racional de Zaragoza; es decir, supervisor de la contabilidad municipal de la capital del Reino.

SU TRABAJO COMO CRONISTA

Jerónimo Zurita

Los Anales de la corona de Aragón se publicaron entre 1562 y 1580 / HA

El trabajo de Zurita como cronista fue sin duda ingente. Durante 30 años, escribió la que fue su gran obra: Anales de la Corona de Aragón (1562-1580). El primer tomo de estos anales escritos de forma cronológica se publicó en 1562, mientras que el último volumen se publicó en la capital aragonesa un 22 de abril de 1580, meses antes de morir y ser sepultado en el Monasterio de Santa Engracia de Zaragoza. En los Anales, Zurita narró de forma cronológica la historia del Reino desde el periodo islámico y el nacimiento de Aragón en los Pirineos, hasta el reinado de Fernando El Católico.

En la obra, además de los hechos sucedidos en Aragón, también se alcanza lo sucedido en el resto de reinos peninsulares, incluyendo Portugal. Su trabajo sentó cátedra entre los cronistas e historiadores de siglos posteriores, buscando información no solo en los archivos aragoneses, sino que buscó fuentes también en Italia, Países Bajos o Francia, además de los documentos consultados en el archivo real de Barcelona.

Otra de sus obras destacadas es su Indices rerum ab Aragoniae regibus gestarum, una crónica de los reyes de Aragón hasta Martín I El Humano publicada en 1578. Dos años después, en 1580, también publicó Progresos de la Historia en el reino de Aragón. 

Tras el fallecimiento de Jerónimo Zurita, el cargo de cronista del Reino pervivió hasta comienzos del siglo XVIII, siendo ocupado por nombres como Jerónimo de Blancas, Juan Costa, Lupercio y Bartolomé Leonardo de Argensola o Diego José Dormer, entre otros muchos. Además del cargo de Cronista del Reino, hay que señalar que desde 1559 se sumó también el de cronista de la Corona de Aragón, un cargo de nombramiento real que fue ocupado por personalidades como los hermanos Argensola y Dormer, o José Pellicer de Ossau.