Aragón es la comunidad autónoma con mayor dificultad a la hora de alquilar una vivienda a familias con gatos y perros, ya que solo el 1 % de los pisos que se ofrecen permiten mascotas. Actualmente, en un 44% de los hogares vive un animal de compañía, lo que supone una gran dificultad para aquellas familias que tienen perros y gatos y quieren alquilar una vivienda, según datos de un estudio llevado a cabo por el portal inmobiliario Fotocasa y la Fundación Affinity.

El objetivo de este estudio, según la directora de la Fundación Affinity, Isabel Buil, es «ser un altavoz de este problema, que afecta a muchas personas cada año y animarlas a que puedan expresarse y pedir un cambio de actitud a la sociedad». A pesar de esto, existe una gran parte de la sociedad propietaria de viviendas, que sigue manteniendo la creencia de que los animales de compañía pueden suponer un gasto añadido para el arrendador por los desperfectos que pueden ocasionar en la vivienda. «Convivir con un animal de compañía no es sinónimo de problemas, simplemente hay que cumplir unas normas básicas y creemos que hoy en día tenemos suficiente información y responsabilidad como para asegurar una buena convivencia».

Pero lo que más preocupa son los inconvenientes en la convivencia, como son los ruidos u olores. Para esto, los propietarios de las viviendas cuentan con «instrumentos como seguros o cláusulas en el contrato que aportan seguridad y garantías, en el caso de que se produzcan desperfectos», afirma la directora de estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos.

«Debemos desterrar la idea de que los animales son sinónimo de ruidos y suciedad porque eso no tiene ninguna base y es una creencia que merma la igualdad de oportunidades de muchas familias a la hora de acceder a una vivienda«, ha concluido Buil.