El inicio del curso escolar en la comunidad aragonesa tiene un denominador común: la incertidumbre de la pandemia del COVID-19.

Una situación que se remite en todas las áreas de la sociedad pero que en el ámbito educativo se expresa con mayor preocupación por la situación de indefensión de los menores ante algo que se escapa a su control, por la alta capacidad de los centros educativos y por la posibilidad de generar una transmisión comunitaria.

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Sin embargo, las dudas sobre el regreso de la actividad educativa a las aulas aragonesas aumenta por los retrasos en la planificación de las medidas oportunas para evitar más contagios de los posiblemente esperados.

Es el caso de la ausencia de aulas prefabricadas –principalmente en el sur de Zaragoza o en el municipio de María de Huerva-, así como la colocación a última hora de los equipos de protección individual o geles hidroalcohólicos en los centros educativos.

En esta línea criticada por los sindicatos educativos, especialmente el sindicato mayoritario CSIF, se suma la posición política manifestada por el principal partido de la oposición en Aragón. Desde el Partido Popular, por parte de su portavoz en Educación, Pilar Cortés, se ha denunciado este lunes, la falta de previsión del Ejecutivo respecto a la instalación de las aulas prefabricadas y la incorporación de personal sanitario en algunos centros educativos.


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Cortes ha reiterado en rueda de prensa que, pese a las promesas realizadas el pasado año en el inicio del curso escolar por parte del presidente de Aragón, Javier Lambán, y el consejero de Educación, Felipe Faci, de que los centros tendrán las aulas necesarias, algunos, como el María Zambrano o el Parque Venecia, ni siquiera tienen las prefabricadas y que las familias se han enterado «tarde» de que no iban a estar.

Ha apuntado que se les ha comunicado que estarán «como tarde» este miércoles pero que, en cualquier caso, será con el curso ya iniciado, ha lamentado Cortés, quien ha recordado entre la lista de centros en esta situación el Soledad Puértolas, el de María de Huerva o Rosales del Canal.

«Es falta de previsión que las obras empiecen el 22 de agosto cuando tienen que estar finalizadas el 7 de septiembre», ha lamentado la diputada popular, quien ha recordado que treinta Ampas de Zaragoza siguen reclamando más recursos para una vuelta a las aulas segura.

Otro de los asuntos más criticados, especialmente por CSIF a través de un comunicado, es la carencia de profesionales sanitarios y auxiliares de educación especial en varios centros. Son los centros de Vadorrey, Alborada, San Roque de María de Huerva, Parque Europa o Zaragoza Sur. El personal de estos centros ha sido reducido respecto al curso anterior, lo que ha juicio del sindicato supone un «retroceso evidente en los derechos de los más vulnerables».

EL MENSAJE DE LAMBÁN

El presidente de Aragón, Javier Lambán, defendió ayer domingo, un día antes de que los alumnos aragoneses comiencen a regresar a las aulas, que la responsabilidad de los padres «puede ser fundamental para evitar brotes».

El presidente del Gobierno de Aragón ha advertido de que no trata así de eludir sus responsabilidades, que asume por complemento, pero sí que ha aprovechado para hacer un llamamiento a la «corresponsabilidad». En este sentido, ha considerado fundamental que los escolares vayan al centro previo examen por parte de sus padres para comprobar que no tienen fiebre ni síntomas de coronavirus.


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«Si es así, deben dejarlo en casa y, de esta forma, evitaremos muchos brotes», ha evidenciado. Una cuota de «corresponsabilidad» que están demostrando profesores, padres y «algunos sindicatos, los que creen en el diálogo social».

Como ha indicado, ha habido que tener que ir tomando medidas adaptadas a lo largo de la pandemia, algo que se repetirá a lo largo del curso, ya que «los nueve meses que tenemos por delante serán determinados por la existencia del virus».


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«He dicho siempre, para que nadie se llame a engaño, que habrá que cerrar aulas en algunos casos, y espero que no haya que cerrar ningún colegio», ha continuado.

En cuanto a las medidas para el arranque del curso, Lambán ha asegurado que «las cosas se han hecho todo lo bien que se podían hacer» y ha negado que haya habido «esa imprevisión de la que algunos acusan al Departamento de Educación».