Aragón abrirá su perímetro a partir de las 00.00 horas del domingo, una vez que decaiga el estado de alarma por la pandemia de COVID-19, salvo los municipios de Jaca, en la provincia de Huesca, y en la de Zaragoza los de Tarazona y Calatayud y las comarcas de Cinco Villas, Campo de Cariñena, Ribera Alta del Ebro y Valdejalón que seguirán confinados.


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Así lo ha anunciado la consejera de Sanidad, Sira Repollés, en una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno para informar sobre las medidas que va a adoptar la Comunidad tras el fin del estado de alarma, por el que decaerá el toque de queda y el confinamiento perimetral, y que Aragón adoptará bajo el amparo de la ley autonómica 3/2020.

El viernes el BOA publicará un decreto ley que se aprobará en Consejo Extraordinario de Gobierno y que establece el confinamiento perimetral de las actuales zonas (Jaca, Calatayud y Tarazona y las comarcas de la Ribera Alta, Valdejalón y Campo de Cariñena) y aquella modificación que se produzca en este plazo y se considere necesaria introducir, ya sea por la mejora o empeoramiento de la situación epidemiológica.

Todo cambio que afecte a la movilidad o restricciones adicionales respecto a las previstas a la ley 3/2020 estarán sustentado en esta figura jurídica, una vez se publique en BOA y sin perjuicio de su ratificación por las Cortes autonómicas, ha explicado Repollés, quien ha informado de que los confinamientos quedarán fijados por un mes, con la posibilidad de levantarse antes si la evolución es positiva.


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El viernes también se publicará una orden con los niveles de alerta, en los que se recogen aforos, horarios de actividades no esenciales y otros aspectos y que en Aragón son dos: tres agravado, que permanecerá con las mismas limitaciones actuales y el tres ordinario, que es en el que se encuentra la Comunidad salvo las zonas confinadas y que incorpora modulaciones en cuanto aforos para celebraciones en hostelería, de 30 personas en interior y 50 en exterior.

No se modifican horarios de cierre, que se mantendrán a las 22.00 horas para las actividades no esenciales y a las 20.00 horas en las zonas con nivel 3 agravado, y tampoco el número de personas en reuniones privadas, que se mantiene en 6 salvo si son convivientes, de 4 en el interior de la hostelería y de 6 en terrazas.

Repollés ha reconocido que Aragón se encuentra en un quinto pico epidémico que presenta «gran inestabilidad» y que obliga a continuar con la adopción de medidas y a revisar los datos «día a día» debido a lo «errático» de su evolución, lo que ha obligado asimismo a establecer nuevos indicadores como son la geografía de los contagios, para distinguir si las subidas y bajadas son consecuencia de brotes no detectados o de contagio comunitario.

Aunque Zaragoza capital, por su volumen de población y movilidad les preocupa, ha señalado que en estos momentos tiene un comportamiento estable y una incidencia acumulada con cifras no superiores al resto de la Comunidad, y por tanto «no está pensado» un confinamiento en próximos días.

Sí hay en cambio otras unidades territoriales «en el punto de mira», con una distribución «muy clara» en la zona occidental de la provincia de Zaragoza, territorio que no descarta confinar si fuera necesario «basados en la seguridad jurídica y la capacidad que da la norma».


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La consejera ha advertido de que el levantamiento del estado de alarma «no es el fin del estado de la pandemia. Seguimos en estado de alerta, pero la vacunación muestra el camino hacia la superación de la crisis sanitaria».

La consejera de Presidencia, Mayte Pérez, ha hecho hincapié en que ante esta nueva etapa los gobernantes han de ser «claros, exactos, transparentes» y transmitir «seguridad y certeza», y Aragón ya hizo sus «deberes» al aprobar la ley 3/2020 que configura tres niveles de alerta con distintas restricciones en horarios y aforos e incluye confinamientos perimetrales mientras continúe la crisis sanitaria.

Ha concretado que los confinamientos o cambios de alerta se fijarán en función de lo que marca la norma, aunque ha apuntado que hasta ahora, con el estado de alarma, el presidente Javier Lambán podía firmar los decretos como autoridad delegada y ahora tendrán que recibir el visto bueno posterior de las Cortes de Aragón.