El director general de Salud Pública de Aragón, Francisco Javier Falo, es optimista. La realidad es que durante el mes de marzo, explicó en rueda de prensa en el día de ayer, la inoculación de vacunas no cambiara su ritmo pero que será el mes de abril cuando la velocidad de vacunación sea mucho mayor.


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E incluso pone cifras: cada semana se llegarán a inocular 100.000 vacunas. Más de 600 a la hora. Un reto que se conseguirá, explicó, porque se recibirán el triple de viales de las distintas vacunas admitidas para su inoculación en España.

Lo que sería, dijo en rueda de prensa, una «magnífica noticia» porque eso supondría poder llegar al verano con unas coberturas que permitirían garantizar la protección de los más vulnerables: las personas mayores.

Pero todo dependerá de las dosis que lleguen de las compañías farmacéuticas, ante las que Aragón está «vendida». Falo ha achacado el bajo ritmo de vacunación a esta lentitud en el suministro, puesto que, según ha dicho, la capacidad de administración en la comunidad es mucho mayor y si hubiera más dosis, se vacunaría mucho más.

Hasta el martes han llegado a Aragón 165.382 dosis y se han administrado 136.157, es decir, el 84,1 % de las recibidas si se restan las 3.500 que se mantienen como reserva estratégica para garantizar la inoculación de segundas dosis. Esto coloca a Aragón en una de las comunidades que más y mejor ha vacunado.

Se ha hecho, según el propio Falo, con un proceso «homogéneo y equilibrado» en todo el territorio que permite garantiza la equidad en la accesibilidad a la vacuna, que desde ayer, por ejemplo, alcanza a 25.000 profesionales del ámbito educativo que ya pueden empezar a citarse.

MÁS VACUNAS

La próxima semana llegarán otras 30.000 dosis, de las que las 10.000 de Pfizer se seguirán destinando a los mayores y las 10.000 de AstraZéneca a menores de 55 años de los grupos esenciales.

El proceso de vacunación, ha explicado Falo, ha producido un descenso «rápido» y a un suelo muy bajo de los contagios entre el personal sanitario y los residentes y trabajadores de residencias. Ha sido un efecto «espectacular», ha dicho.

De hecho, las residencias llevan siete días consecutivos sin casos y prácticamente no hay ninguno entre el personal sanitario, lo que supone, según ha corroborado la consejera de Sanidad, Sira Repollés, que se le está «ganando terreno y dándole alcance» al virus.


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Falo ha querido insistir en que las vacunas protegen de contraer la enfermedad pero, sobre todo, de sus efectos más graves y de la mortalidad, y ha recordado que uno de los factores de riesgo que provoca más gravedad y muertes al contraer la covid es la edad, motivo por el que es «fundamental» dedicar ahora las vacunas a los mayores.

También se ha referido a la cepa británica, que se detecta en el 12 por ciento de los positivos en Aragón, netamente por debajo de los porcentajes de otras comunidades, que pueden rondar el 60 %, mientras que no consta la presencia de otras cepas en la comunidad.