La India es el epicentro del COVID-19 a nivel mundial en estos momentos. La situación epidemiológica que vive el país asiático es dramática: se están diagnosticando 243 casos por minuto. Y la responsable de este preocupante dato no es otra que la doble mutante cepa del virus.


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La tragedia que asola al país está rompiendo todos los récords de la pandemia. Su segunda ola ha sido un «tsunami» devastador que está diezmando la población a pasos agigantados.

Este domingo ha alcanzado la escalofriante cifra de 190.000 muertos tras cuatro días consecutivos registrando más de 300.000 nuevas infecciones diarias y una media de 300 muertes al día. Las cifras totales en India alcanzan los 16,2 millones, manteniéndose como el segundo país con más contagios por detrás de Estados Unidos, con 31,9 millones.


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Es ahí, en India, donde se ha detectado por primera vez en todo el mundo un nuevo linaje del SARS-CoV-2 (bautizado como B.1.617), que presenta una doble mutación en la espícula del virus y por eso se la conoce así.

El rastreo genético está mapeando cómo está variando la cepa, y esta variante, la B.1.617, presenta unas 15 mutaciones. Dos de ellas, conocidas como E484Q y L452R, se concentran en la espícula del virus, y por eso se está conociendo como la “doble mutante” india. Aunque lo cierto es que no es la primera vez que se detectan estas mutaciones, pero sí que lo hacen juntas.

MÁS CONTAGIOSA

Esto puede suponer un cambio de paradigma dentro de la lucha contra el COVID-19. No sólo a nivel doméstico de la India, sino en todo el mundo. “Esta doble mutante que parece ser que está detrás del 70% de los casos que se están dando en la India”, afirma la divulgadora científica Graziella Almendral.

“Por un lado, es mucho más contagiosa. Por otro, podría comprometer la inmunidad que generan vacunas y la infección natural que pasamos cuando pasamos el COVID”, insiste.

Esta ‘doble mutante’ no es cuestión de las últimas semanas. La primera vez que se localizó un caso fue en octubre de 2020, cuando las autoridades sanitarias indias registraron su detección en la base de datos global GISAID. Desde febrero, otros países señalaron casos en sus territorios. Desde Estados Unidos y Reino Unido, pasando por Francia, Alemania, República Checa, Suiza o España.

Pero son las terribles cifras de contagios y fallecimientos por el coronavirus, sumadas a la carencia de oxígeno y material sanitario en los hospitales de la India, las que han hecho que algunos de estos países hayan empezado a restringir sus conexiones aéreas.


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España, por su parte, decidirá a lo largo de este lunes si añade su nombre a la lista de naciones que limitan la llegada de pasajeros de la India a sus aeropuertos.