La histórica estación internacional de Canfranc, en pleno valle del Aragón del Pirineo de Huesca, recuperará su esplendor. El que nunca debió de perder. Tras años de decadencia y abandono, la estación será reconvertida en un hotel de 5 estrellas gran lujo de la mano de la cadena hotelera Barceló, dentro de su marca de lujo Royal Hideaway Luxury Hotels & Resorts. El establecimiento, que abrirá sus puertas en diciembre de este año, es propiedad del Gobierno de Aragón, pero ha sido cedido para su explotación a la cadena hotelera.

La historia del conocido como ‘Titanic de los Pirineos’ es de película. La estación fue inaugurada en 1928 por el rey Alfonso XIII y durante cuatro décadas sirvió de enlace ferroviario entre Francia y España, alcanzando su momento de mayor protagonismo durante la Segunda Guerra Mundial. Las instalaciones, rodeadas de un halo novelesco, sirvieron de refugio de judíos que huían del asedio de las SS alemanas. Tras la victoria de Franco en la Guerra Civil, las instalaciones fueron tomadas por los nazis, que las utilizaron como almacén de las más de 86 toneladas de oro que saquearon por toda Europa.

El proyecto de Barceló Hotel Group pretende convertirse en un establecimiento de referencia tanto a nivel nacional como internacional y un punto de atracción del turismo de lujo de la zona. Para ello, se ha llevado a cabo una rehabilitación integral del edificio, declarado en 2002 Bien de Interés Cultural y patrimonio histórico cultural ferroviario.

El diseño, a cargo del estudio de interiorismo Ilmiodesign, se ha inspirado en la estética de las antiguas estaciones y de los lujosos trenes de largo recorrido de principios del siglo XX, con sus particulares vagones y elementos representativos, pero adaptándola a su característico estilo y aportando un toque contemporáneo.

Se habilitarán la primera y segunda planta del antiguo recinto para acoger las 104 habitaciones del complejo, de las cuales cuatro serán suites de lujo, mientras que la planta baja estará destinada la zona wellness. Contará con piscina climatizada y biblioteca, además del restaurante principal, para el que se reconvertirán dos vagones de estilo clásico. Por su parte, la recepción del hotel ocupará el histórico vestíbulo.