La convocatoria de paros parciales en el servicio de autobús urbano de la ciudad de Zaragoza, anunciada por el comité de empresa, supone un nuevo escollo en la negociación que se alarga aún más. Las conversaciones se habían retomado tras un parón por iniciativa de la dirección de Avanza. La voluntad de entendimiento se quiebra por la vuelta a los paros por parte del Comité de empresa que, según Avanza, pone de manifiesto «su nula voluntad de entendimiento y su interés en alargar un conflicto que utiliza a los usuarios del servicio para presionar a la empresa».

Avanza explica en un comunicado su parecer sobre este conflicto laboral. La compañía considera inaceptable que el único argumento que esgrima el comité para imponer sus altas exigencias económicas sea su capacidad para parar la movilidad de la ciudad, y lamenta que, una vez más, recurra al enfrentamiento en lugar de sentarse a negociar, poniendo sobre la mesa planteamientos ajustados a la realidad.

La reunión de comisión negociadora, celebrada esta semana y planteada para debatir cuestiones económicas de calado en la definición del convenio, se vio ensombrecida por la amenaza reiterada de una nueva convocatoria de huelga. Para la dirección de Avanza, la negociación no puede desarrollarse en estos términos, por lo que insta al comité a no materializar los paros.

Según la dirección, esta forma de proceder del comité no construye ni permite avanzar, y únicamente sirve para dilatar los tiempos, perjudicando por el camino a los zaragozanos y dañando la imagen de la ciudad a través de uno de sus servicios públicos esenciales. Por parte de Avanza el objetivo es negociar para establecer acuerdos y poder cerrar cuanto antes el nuevo convenio, defendiendo el mantenimiento del empleo y del poder adquisitivo de sus trabajadores.

Entre otras pretensiones de los trabajadores, se pide una subida del IPC en el salario bruto entre el 2 y el 3% o una reducción de jornada a las 35 horas semanales. Cuando el salario bruto de los conductores, por ejemplo, está por encima de los 35.000 euros. Una situación salarial por encima de la media de otros conductores, como en el Tranvía o los autobuses de línea de la provincia.

Otro de los asuntos que generan controversia entre el comité y la empresa es el contexto sanitario en el que se encuentra la ciudad. En mitad de una pandemia, la compañía Avanza reitera que los paros parciales son innecesarios e irresponsables por la limitación de aforos en el transporte público que siguen vigentes. Lo que promueven los paros es la reducción del servicio que puede fomentar una menor seguridad sanitaria por el exceso de demanda con menos recursos humanos.