«Pierdan toda la esperanza, no tengo ninguna intención de irme, lo quiero dejar absolutamente claro. Voy a estar en este ayuntamiento todo el tiempo que pueda». Así ha zanjado el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, las dudas planteadas por la oposición, especialmente por el PSOE y el entorno de Javier Lambán como presidente aragonés, sobre su permanencia en el consistorio, después de que anunciara ayer su candidatura para presidente del PP en Aragón.

El alcalde se refirió así en el último debate de la ciudad, tras las intervenciones de los portavoces de los grupos de la oposición que le acusaban de abandonar el Ayuntamiento por sus futuras responsabilidades orgánicas en el PP de Aragón. Azcón, por su parte, contestó especialmente a Lola Ranera (PSOE) y a Fernando Rivarés (Podemos). «Me acusa a mí de irme, pero siento recordarle que es la portavoz suplente, está hablando hoy porque Pilar Alegría se fue a la Delegación del Gobierno, y allí no se fue pensando en el bien de la ciudad, sino en su carrera política«, le dijo a Lola Ranera, del PSOE.

Al concejal de Podemos, Fernando Rivarés, le puso el ejemplo del exlíder Pablo Iglesias, que «se ha ido y ha venido en función de los intereses, no generales, sino de su partido». El primer edil también tuvo también palabras para el portavoz de Zaragoza en Común, Pedro Santisteve, alcalde durante el pasado mandato. «Su tiempo ha pasado, le queda menos futuro que pasado tiene. Cada vez que habla lo hace desde el resentimiento«, le reprochó Azcón.

Así que se dirigió a Julio Calvo, portavoz de VOX, para recordarle que si su grupo no se pone de acuerdo con la corporación PP-Cs, la «alternativa» es que vuelvan «Cubero, Rivarés o el Partido Socialista». 

A la izquierda le reprochó el alcalde Azcón que repita lugares comunes como «ustedes solo gobiernan para los ricos» o que solo piensan en el centro de la ciudad. «No son muy originales, pero reconozco la originalidad en la última: que los del PP no cogen el autobús», bromeó. Pero en palabras de Azcón, ahora «el que más les gusta» a PSOE, ZeC y Podemos es tacharle de autoritario. «A ustedes no les gusta la verdad ni que hable. A ustedes les encantaría que hablara solo cuando me preguntan o cuando me piden la comparecencia en el pleno, o sea, nunca», zanjó, argumentando que les encantaría que fuera un «alcalde florero», pero que, al contrario, no tiene «complejos» y no se va «a callar».