El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, se ha mostrado hoy «absolutamente decepcionado y desolado» por la «deslealtad» que demuestra con la comunidad el Gobierno de Mariano Rajoy, así como con los intentos constantes de «desestabilización» que lleva a cabo el PP de Aragón.

La pregunta formulada por el presidente del PP, Luis María Beamonte, ha desembocado en un rifirrafe entre la bancada popular y la socialista que ha hecho que la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, tuviera que llamar al orden a sus señorías en varias ocasiones.

Y es que ante una nueva referencia de Beamonte a la ineficacia del pacto de izquierdas, tanto en el Gobierno de Aragón como en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lambán ha hecho referencia a la política impositiva municipal de Tarazona (de la que el presidente del PP es alcalde) y de María de Huerva, cuya regidora es la portavoz popular, Mar Vaquero.


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Lambán ha asegurado que ambas localidades tienen el impuesto de plusvalía más alto de Aragón, algo ante lo que la propia Vaquero ha invocado al Reglamento de las Cortes para poder intervenir y afear de ese modo al presidente las «inexactitudes» de esta afirmación que, ha dicho, «no ha podido demostrar».

Beamonte ha insistido en su intervención, por su parte, en que la «suerte» de Lambán está «unida» desde hace días a la del alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, que mantienen sus respectivos sillones a cambio de apoyarse mutuamente los presupuestos.

«Lo que ustedes disfrazaron de pacto de izquierdas es en realidad un pacto de auténticos trileros«, ha dicho Beamonte, quien ante la «crisis institucional» que vive el consistorio de la capital, ha insistido en que Ayuntamiento y Gobierno son «vasos comunicantes» y eso supone que los zaragozanos son «la carta con la que juegan sus particulares batallas».

Para Lambán, no obstante, la estabilidad en Aragón está «a prueba de bomba», solo amenazada por las acciones del PP, ha dicho, y por las del Gobierno de España, que ha filtrado «justo en este momento» que tiene intención de recurrir ante el Constitucional la ley de capitalidad.

Frente a ello, por coherencia el PSOE, en un ejercicio de «paciencia responsable», va a apoyar los presupuestos municipales.